El sábado pasado, el Ejército de Israel reportó haber detectado al menos cuatro drones explosivos lanzados desde el sur de Líbano. Según el informe, la defensa aérea interceptó y derribó dos de los drones, mientras que los otros dos cayeron en zonas abiertas.
Las sirenas de alerta sonaron tras la detección de un objeto aéreo sospechoso. El sistema de defensa aérea israelí conocido como la Cúpula de Hierro interceptó un dron sobre la ciudad de Kyriat Shmona y otro en la región de la Alta Galilea. Los dos drones restantes cayeron cerca de la comunidad de Beit Hillel. Tras la intercepción en Kyriat Shmona, las sirenas volvieron a sonar debido al peligro de caída de metralla. No obstante, no se reportaron heridos en ninguno de los lugares afectados.
En respuesta, la Fuerza Aérea israelí atacó «objetivos terroristas» de Hizbul durante la noche en el sur de Líbano. Los ataques se dirigieron contra dos combatientes identificados que operaban en el área de Bint Jbeil, una estructura militar en Kfarkela y la «infraestructura terrorista» en las áreas de Bint Jbeil y Yarine.
Estos incidentes ocurrieron después de que Hizbul lanzó el jueves el mayor ataque contra Israel desde octubre. El grupo lanzó más de 200 cohetes y 20 drones explosivos a lo largo de toda la frontera en represalia por la muerte de un alto comandante del grupo el día anterior en un ataque israelí en la zona de Tiro, en el sur de Líbano.
La frontera entre Israel y Líbano está experimentando la mayor tensión desde 2006, con un intercambio de fuego intensivo desde octubre que ha cobrado la vida de al menos 515 personas, la mayoría en el lado libanés y en las filas de Hizbul. Este grupo ha confirmado unas 327 bajas de milicianos y comandantes, algunas de las cuales ocurrieron en Siria. En Israel, han muerto 26 personas, 16 militares y 10 civiles.
Las hostilidades en la región comenzaron el 8 de octubre, un día después del estallido de la guerra en la Franja de Gaza, en solidaridad de Hizbul con las milicias islamistas palestinas del enclave. El cruce de fuego se ha intensificado, lo que ha llevado a temer una guerra abierta.
Fuentes de Hizbul han confirmado que si se logra un alto el fuego en Gaza, algo que Israel y Hamas negociarán la próxima semana en Doha, eso implicará inmediatamente calma en la frontera norte de Israel. Mientras tanto, la comunidad internacional, especialmente EEUU y Francia, está buscando una solución diplomática a este conflicto en ciernes.
Este conflicto en la frontera de Israel y Líbano es un microcosmos de las tensiones globales y regionales que afectan a Oriente Medio. Las intervenciones de potencias internacionales, como EEUU y Francia, en busca de una solución diplomática, reflejan la importancia estratégica de la región y la necesidad de mantener la estabilidad en un área que ha sido históricamente un punto de inflamación de conflictos. La situación en Gaza y las negociaciones entre Israel y Hamas también son factores críticos en la ecuación, ya que cualquier cambio en la situación allí puede tener un impacto significativo en la estabilidad de la frontera norte de Israel. Sin duda, los próximos días y semanas serán cruciales para determinar el rumbo de este conflicto en ciernes.