Biden insta a un cese al fuego, respaldado por 17 países, en medio del bombardeo israelí a una escuela en Gaza.

Biden presiona por un alto el fuego, con el apoyo de 17 pases, mientras Israel bombardea una escuela en Gaza

La continua guerra entre Hamas e Israel parece estar bifurcándose en dos líneas paralelas que nunca se tocan. Por un lado, tenemos la cruda realidad sobre el terreno, marcada por los combates permanentes. Por otro lado, los llamamientos a la paz, en especial desde que Joe Biden presentó hace una semana su plan para un alto el fuego por ambas partes y la liberación de los rehenes que Hamas tomó el 7 de octubre.

Este proceso recibió este jueves el respaldo de un grupo de 17 países de Asia, América y Europa, entre ellos España, que emitieron un comunicado conjunto «apoyando plenamente» en el plan de Biden. Este no es el primer intento de estos países de colaborar con Estados Unidos en la búsqueda de una solución a la guerra.

El elemento unificador del grupo es tener o haber tenido víctimas, tanto asesinadas como rehenes, en manos de Hamas, que es la razón por la que ya mantuvieron un primer encuentro con el consejero de Seguridad Nacional estadounidense, Jake Sullivan, el 16 de mayo.

Hungría, que participó en la reunión en mayo, esta vez no firmó la carta de apoyo a la iniciativa de Biden. El comunicado oficial indica de manera textual que «las 18 naciones representadas en la reunión tienen todas rehenes en manos de Hamas en Gaza». Sin embargo, Hamas nunca tuvo rehenes españoles. Los ataques de Hamas del 7 de octubre, que desencadenaron la guerra, resultaron en la muerte de un ciudadano español, Iván Illaramendi, y otra ciudadana española, Maya Villalobo.

El documento de apoyo al alto el fuego de Biden ha sido promovido por la Casa Blanca para aumentar la presión sobre Israel y Hamas para que cesen los combates. Sin embargo, Israel mantiene sus operaciones militares en Gaza, donde ahora las está extendiendo desde el sur de la región, la ciudad de Rafah, al centro.

En el campamento de refugiados de Nuseirat, un avión de la Fuerza Aérea israelí lanzó este jueves dos proyectiles sobre la escuela de Al-Sardi, gestionada por la agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA). El ataque causó un mínimo de 35 muertos, según Hamas.

Las Fuerzas Armadas de Israel, sin embargo, afirmaron que la acción se había llevado a cabo porque la escuela estaba siendo empleada como un centro de operaciones de Hamas, y declararon que en el bombardeo habían sido muertos entre 20 y 30 terroristas de esa organización.

El bombardeo de la escuela de Al-Sardi revela lo contradictorio de las situaciones diplomática y militar. Llega justo el día en el que la Casa Blanca consigue que 17 países que mantienen posiciones muy diferentes en el conflicto firmen un plan de apoyo a la propuesta de cese de las hostilidades de Biden.

Entre estos países se incluye a Argentina, que desde que Javier Milei llegó al poder hace seis meses, su política exterior tiene como ejes «Estados Unidos e Israel». Argentina votó en la ONU en contra del reconocimiento del Estado palestino, una posición casi aislacionista que contraviene los principios históricos de la política exterior de un país con una de las comunidades judías más grandes del mundo y con una fuerte presencia árabe.

Finalmente, es muy probable que Israel empleara para atacar la escuela bombas suministradas por Estados Unidos. Según una investigación realizada por ‘The Washington Post’, hay fragmentos de bombas de fabricación estadounidense GBU-39 en los alrededores de la escuela de Al-Sardi. A pesar de todo, no deja de tener un significado simbólico que, al mismo tiempo que Estados Unidos está movilizando a 17 países para apoyar un plan de alto al fuego, Israel está manteniendo la presión militar sobre Hamas empleando armas estadounidenses.

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