El pasado viernes, la presidencia argentina se encontró en una situación complicada al tener que justificar la naturaleza de un viaje a Madrid que su embajada había anunciado como privado pero que posteriormente fue defendido como oficial. Manuel Adorni, portavoz presidencial, afirmó que la embajada estaba en lo correcto al considerar la visita como privada, ya que no se realizaron encuentros oficiales, sino reuniones con empresarios, académicos y figuras destacadas de la cultura.
Adorni también sostuvo que era completamente correcto que él o cualquier otro miembro del Gobierno afirmaran que la visita no era privada, haciendo referencia a una carta publicada por El País. El portavoz argumentó que estas dos declaraciones aparentemente contradictorias eran en realidad compatibles. Según Adorni, la Cancillería utiliza una terminología diferente a la de la presidencia.
La Cancillería argentina considera un viaje como oficial únicamente cuando se incluye al menos una reunión con una autoridad española. Por otro lado, si no se realiza tal encuentro, el viaje es clasificado como privado. Adorni explicó que la presidencia no usa la misma terminología que la Cancillería, ya que si se refiriera a la visita como privada, se entendería que es de carácter estrictamente personal y que los gastos deberían ser cubiertos por el patrimonio del presidente.
El portavoz presidencial corrigió así la primera respuesta oficial que se había dado a este medio. Tras conocerse la carta, fuentes cercanas a Javier Milei calificaron como un “error de la embajada” la mención de que se trataba de una “visita privada” y no oficial, como sostiene el Gobierno. Este desacuerdo surge en medio de una polémica sobre los elevados costos de los viajes presidenciales al extranjero durante un severo recorte del gasto público.
Milei, por su parte, intentó justificar el viaje. Según él, se pueden realizar visitas de jefe de Estado sin necesidad de reunirse con otro jefe de Estado. Explicó que su viaje fue planeado para participar en el lanzamiento de la campaña a las elecciones europeas de Vox y que parte de su agenda internacional busca encontrar el mejor escenario para fomentar la inversión en Argentina.
Las tensiones entre Milei y el Gobierno español quedaron patentes una vez más. Milei no dudó en calificar al líder español Sánchez de “incompetente, mentiroso y cobarde”, al tiempo que afirmó que Sánchez “interfirió en la política argentina jugando un rol en la campaña electoral”.
Sin embargo, las explicaciones oficiales no han sido suficientes para la oposición argentina. El diputado radical Fernando Carbajal y sus colegas Pedro Galimberti y Manuel Aguirre han presentado una denuncia contra el presidente Milei y Francisco Sanchez (secretario de Culto), alegando peculado y defraudación al Estado.
Milei asumió la presidencia con la promesa de reducir los gastos de la política y eliminar los privilegios de la casta, pero algunos medios cuestionan si no está comenzando a parecerse a aquellos que criticaba durante la campaña electoral. Al respecto, Adorni negó que estuvieran siguiendo las prácticas del Gobierno anterior al afirmar: “No, no somos kirchneristas”.