A principios de noviembre de 2023, Charlotte Gilmour, una mujer de 23 años de Palmerston North, Nueva Zelanda, compartió una historia impactante en las redes sociales. La historia era sobre su experiencia personal con un medicamento para la depresión que le provocó una reacción alérgica grave y llevó al desarrollo de una enfermedad llamada Síndrome de Stevens-Johnson (SJS).
El medicamento en cuestión se llama Lamotrigina. Este medicamento se prescribe comúnmente para tratar la epilepsia, pero también se utiliza a menudo para tratar la depresión. El New York Post informó que la reacción alérgica de Gilmour a la Lamotrigina resultó en la formación de ampollas en su piel, boca y esófago. Aunque algunas personas pueden experimentar efectos secundarios leves con este medicamento, la reacción de Gilmour fue extremadamente severa.
No se sabe si la Lamotrigina que Gilmour tomó fue recetada por un médico o si ella la tomó por su cuenta. Sin embargo, los médicos han confirmado que su SJS fue un efecto secundario de la Lamotrigina.
Según la Mayo Clinic, el SJS a menudo comienza con síntomas similares a los de la gripe. Con el tiempo, el SJS puede llevar a la formación de ampollas que se extienden por todo el cuerpo. Este fue exactamente el caso de Gilmour, cuyas ampollas parecían ser una reacción alérgica a la Lamotrigina.
Antes de desarrollar las ampollas, Gilmour experimentó una infección en el pecho que duró varias semanas. Una mañana de octubre, se despertó con un sarpullido en todo el cuerpo. Al verse al espejo, rompió a llorar. «Creo que inconscientemente sabía que era algo bastante serio», dijo Gilmour.
Después de eso, Gilmour fue al hospital cuando su piel comenzó a complicarse aún más. Describió la experiencia como aterradora, diciendo que se sintió como si la estuvieran quemando desde adentro hacia afuera. Además de las quemaduras en la piel, Gilmour también experimentó problemas con su tracto digestivo y sus ojos.
Los médicos trataron de ayudarla con tratamientos de esteroides y sondas de alimentación, pero ninguna de estas soluciones pareció funcionar. Gilmour dijo: «Todo fue de mal en peor hasta que una noche empeoró tanto que prácticamente perdí la visión».
Después de 30 días de tratamiento en el hospital, Gilmour finalmente fue dada de alta en noviembre. Sin embargo, todavía experimenta algunos síntomas de vez en cuando. «Todavía me salen ampollas en los ojos y el sarpullido aparece, siempre en el mismo lugar donde ocurrió la peor quemadura», dijo Gilmour.
La experiencia de Gilmour resalta la importancia de la seguridad del paciente y la necesidad de estar al tanto de los posibles efectos secundarios de los medicamentos. Aunque los medicamentos como la Lamotrigina pueden ser útiles para algunas personas, también pueden tener consecuencias graves para otras. Esto sirve como un recordatorio de que siempre es importante hablar con su médico antes de comenzar cualquier nuevo medicamento.
La historia de Gilmour también resalta el poder de las redes sociales como plataforma para compartir experiencias personales y crear conciencia sobre temas de salud importantes. A través de su valiente decisión de compartir su experiencia, Gilmour ha ayudado a arrojar luz sobre los posibles riesgos asociados con el uso de medicamentos para la depresión y el Síndrome de Stevens-Johnson.