El presidente de Rumania, Klaus Iohannis, anunció este jueves que retiraba su candidatura a la presidencia de la OTAN, dejando el camino libre al primer ministro neerlandés en funciones, Mark Rutte, para suceder al actual secretario general, Jens Stoltenberg. Este anuncio sorprendió a muchos, dado que Iohannis había anunciado su candidatura en marzo pasado. La decisión de Iohannis abre una nueva etapa en la lucha por el liderazgo de la OTAN, un organismo de crucial importancia en el panorama geopolítico mundial.
Iohannis, de 65 años, informó a los aliados de la Alianza Atlántica de que se retiraba de la carrera, anunció en un comunicado el Consejo Supremo de Defensa Nacional. El Consejo, que actúa como el principal órgano de decisión política de la OTAN, ha decidido por tanto apoyar a Rutte. El Consejo del Atlántico Norte, se reunirá la próxima semana para decidir el nombramiento formal de Rutte.
Fuentes diplomáticas explicaron que hay acuerdo entre los aliados en cuanto a que sea Rutte quien recoja el testigo del noruego Stoltenberg, pero que la elección formal aún no se ha llevado a cabo. Se espera que esa elección formal se lleve a cabo la semana próxima en el seno del Consejo Atlántico a nivel de los embajadores de los 32 países miembros y que sea ratificado por los líderes, en julio en la Cumbre de la Alianza en Washington.
Iohannis, subrayó este jueves que su país apoya también la candidatura de Rutte. En los últimos días, otros países de la región, que se oponían inicialmente a la candidatura del neerlandés, como Eslovaquia y Hungría, dieron finalmente su visto bueno a Rutte. El primer ministro de Hungría, el ultranacionalista Viktor Orban, anunció el martes que, tras el reciente acuerdo con la OTAN para no tener que unirse a las actividades aliadas en Ucrania, ha decidido apoyar a Rutte como próximo secretario general.
Además de Orban, el presidente eslovaco, Peter Pellegrini, también adelantó el martes que apoyaría a Rutte. Esta serie de apoyos proviene de líderes de países que, en principio, habían mostrado reticencias hacia Rutte, lo que evidencia un giro en el panorama político de la región.
El respaldo de estos líderes hacia Rutte sugiere un posible acuerdo entre los aliados de la OTAN para que el primer ministro neerlandés se convierta en el sucesor de Stoltenberg. Sin embargo, aún falta la confirmación formal, que se espera se lleve a cabo en la próxima reunión del Consejo del Atlántico Norte.
La decisión de Iohannis de retirar su candidatura y apoyar a Rutte, así como el respaldo de otros líderes hacia el primer ministro neerlandés, señala un potencial cambio en la dirección de la OTAN. La elección del líder de este organismo, que ha desempeñado un papel crucial en la seguridad de los países aliados desde su creación tras la Segunda Guerra Mundial, tiene implicaciones significativas para la estrategia de defensa de la Alianza Atlántica.
El panorama político de la OTAN se encuentra en un momento de transición, y la elección del próximo secretario general será crucial para determinar el rumbo de la organización en los próximos años. Con la retirada de Iohannis y el apoyo hacia Rutte, el camino parece allanado para que el primer ministro neerlandés tome las riendas de la Alianza Atlántica. Sin embargo, hasta que no se produzca la confirmación formal, la elección del próximo secretario general de la OTAN sigue siendo una cuestión abierta.