El vino en moderación beneficia la salud del corazón

Un estudio que utiliza una medida más fiable del consumo de vino descubre un efecto protector frente a las enfermedades cardiovasculares

Estudios anteriores sobre los efectos del vino en la salud cardiovascular han arrojado resultados contradictorios. Esto puede deberse en parte a que las investigaciones suelen basarse en que las personas informen sobre la cantidad de vino que beben. En cambio, en el nuevo estudio, los investigadores midieron la cantidad de una sustancia química, llamada ácido tartárico, en la orina de los participantes y afirman que se trata de una “medida objetiva y fiable” del consumo de vino.

La investigación, dirigida por el profesor Ramon Estruch, de la Universidad de Barcelona y el Hospital Clínico de Barcelona, forma parte de un estudio español más amplio que investiga el efecto de una dieta mediterránea (rica en aceite de oliva, verduras, frutas, frutos secos y pescado, y baja en alimentos y bebidas dulces o procesados) en personas con un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares.

Ninguna de las personas que participaron padecían una enfermedad cardiovascular al inicio del estudio, pero tenían diabetes tipo 2 o presentaban una combinación de factores de riesgo de enfermedad cardiovascular, como tabaquismo, hipertensión arterial, colesterol alto, sobrepeso y/o antecedentes familiares de enfermedad cardiovascular.

Seguimiento de los participantes durante 4 o 5 años

Además de completar cuestionarios sobre lo que comían y bebían, los participantes proporcionaron muestras de orina al comienzo del estudio y después de un año de seguir una dieta mediterránea. El ácido tartárico es una sustancia química que se encuentra de forma natural en las uvas y en los productos derivados de ellas, como el vino. Se excreta en la orina, lo que significa que se puede medir para determinar si alguien ha consumido vino o uvas en los últimos cinco o seis días.

Para investigar el efecto del consumo de vino, los investigadores incluyeron a un total de 1.232 participantes. Se realizó un seguimiento de los participantes durante cuatro a cinco años y, durante ese tiempo, se registraron 685 casos de enfermedad cardiovascular (ataque cardíaco, revascularización coronaria, accidente cerebrovascular o muerte por enfermedad cardiovascular) durante el estudio.

Descubrieron que el consumo ligero o moderado de vino, definido como medio vaso o un vaso de vino al día, reduce el riesgo de desarrollar un evento cardiovascular en un 50% en este grupo de personas con alto riesgo de enfermedad cardiovascular que seguían una dieta mediterránea. El consumo ligero (entre un vaso por semana y menos de medio vaso por día) redujo el riesgo cardiovascular en un 38%. Sin embargo, este efecto protector desaparece en las personas que bebían más de un vaso por día.

Efecto protector del vino

El profesor Estruch afirmó al respecto que, “al medir el ácido tartárico en la orina, junto con cuestionarios sobre alimentos y bebidas, hemos podido realizar una medición más precisa del consumo de vino. Hemos encontrado un efecto protector del vino mucho mayor que el observado en otros estudios. Una reducción del riesgo del 50% es mucho mayor que la que se puede lograr con algunos medicamentos, como las estatinas”.

“Este estudio demuestra la importancia del consumo moderado de vino dentro de un patrón alimentario saludable, como es la dieta mediterránea. Hasta ahora, creíamos que un 20% de los efectos de la dieta mediterránea podían atribuirse al consumo moderado de vino; sin embargo, a la luz de estos resultados, el efecto puede ser aún mayor”, añadió.

Los participantes del estudio eran personas mayores con alto riesgo de enfermedad cardiovascular que viven en un país mediterráneo, por lo que los resultados pueden no ser aplicables a otras poblaciones. Otra cuestión clave es a partir de qué edad se puede considerar “aceptable” un consumo moderado de vino. Estudios recientes indican que los efectos protectores del consumo de vino se observan a partir de los 35 a 40 años. También es importante señalar que el consumo moderado en el caso de las mujeres debe ser siempre la mitad que en el de los hombres y debe consumirse con las comidas.

Debate sobre el consumo moderado de alcohol

En un editorial que acompaña al estudio, el profesor Giovanni de Gaetano, del IRCCS NEUROMED, Pozzilli, Italia, y sus colegas afirmaron que “la relación entre el consumo de alcohol, en particular el vino, y el riesgo de enfermedad cardiovascular sigue siendo un tema de debate, a pesar de décadas de investigación relacionada”.

Numerosos estudios han sugerido que el consumo moderado de vino, a menudo definido como un vaso al día, preferiblemente durante las comidas, se asocia con un menor riesgo de mortalidad total y enfermedad cardiovascular. Sin embargo, este aparente efecto protector se ve empañado por incertidumbres persistentes.

El nuevo artículo publicado en el European Heart Journal arroja nueva luz sobre esta compleja relación al introducir un biomarcador objetivo (el ácido tartárico urinario) como medida del consumo de vino y proporciona evidencia convincente de su asociación con un menor riesgo cardiovascular.

“Este trabajo no solo resalta el valor de los biomarcadores objetivos en la epidemiología nutricional, sino que también respalda la idea de que el consumo de vino de leve a moderado puede ser parte de una dieta saludable para el corazón. Sin embargo, los hallazgos también nos recuerdan los riesgos asociados con niveles más altos de consumo, lo que subraya la importancia de la moderación”, añade.

Referencia:

Inés Domínguez-López et al. ‘Urinary tartaric acid as a biomarker of wine consumption and cardiovascular risk: the PREDIMED trial’. European Heart Journal, 2024; https://doi.org/10.1093/eurheartj/ehae804

(*) Nota:

Según informa la Sociedad Europea de Cardiología desde su oficina de prensa, la Organización Interprofesional del Vino de España ha financiado parte de los reactivos utilizados en el estudio para determinar los biomarcadores del consumo de vino. Además, algunos de los investigadores participantes declaran haber recibido fondos de entidades como Wine in Moderation, Cerveceros de España, la Fundación Cerveza y Salud o el Foro Internacional del Vino y la Gastronomía, entre otras.

Fuente: Sociedad Europea de Cardiología

artículo original de: https://www.saludadiario.es/salud-publica/un-estudio-que-utiliza-una-medida-mas-fiable-del-consumo-de-vino-descubre-un-efecto-protector-frente-a-las-enfermedades-cardiovasculares/

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