El mundo de la televisión no es solo un medio de entretenimiento, también se convierte en un espacio donde se tejieron relaciones duraderas, y donde se desatan emociones profundas. Este es el caso de Yola Polastri, una figura icónica de la televisión peruana, cuyo legado ha marcado a generaciones y cuyo recuerdo sigue impactando a aquellos que tuvieron la oportunidad de conocerla y trabajar con ella.
“Gracias Yola por lo que hiciste sin saber en mi vida, fuiste inspiración, risas, disciplina, profesionalismo, pasión y sobre todo sueños en este mundo de TV,”, expresó Mandros en una publicación emotiva y conmovedora. Estas palabras son un reflejo del impacto que Yola tuvo en la vida de Mandros, marcando no solo su carrera profesional sino también su vida personal.
Yola no solo fue un rostro reconocible en la televisión, sino también un ejemplo de inspiración para muchos. Con su alegría, su energía y su entrega incondicional a su trabajo, Yola transmitió un mensaje de perseverancia y pasión por lo que se hace. Este mensaje caló profundamente en Mandros, quien se vio motivado a seguir sus propios sueños y aspiraciones en el mundo de la televisión.
Además de la inspiración, Yola también fue fuente de risas. Su sentido del humor y su capacidad para hacer reír a su público fueron características que la distingueron en su carrera. Pero no solo su público se benefició de su humor, también sus colegas y amigos, como Mandros, quienes disfrutaron de su alegría y su espontaneidad.
El profesionalismo de Yola es otro aspecto que Mandros destacó en su mensaje. Yola era conocida por su dedicación y su compromiso con su trabajo, siempre buscando la excelencia en lo que hacía. Esta actitud profesional se reflejó en sus programas, en su relación con sus colegas y en la satisfacción de su público.
La disciplina es otro valor que Yola inculcó en Mandros. La rigurosidad con la que Yola llevaba a cabo su trabajo es un ejemplo de cómo la disciplina y el compromiso pueden llevar al éxito. Esta actitud disciplinada se manifestaba no solo en su trabajo, sino también en su vida personal, donde buscaba siempre mantener un equilibrio y una coherencia entre sus acciones y sus valores.
La pasión de Yola por su trabajo es otro aspecto que Mandros destacó en su mensaje. Yola amaba lo que hacía y este amor se reflejaba en cada uno de sus programas, en cada uno de sus proyectos. Esta pasión contagiosa motivó a Mandros a seguir sus propios sueños y a luchar por ellos con la misma entrega y dedicación.
Yola también fue una fuente de sueños para Mandros. Como él mismo lo expresa, siempre soñó con conocerla y tener la oportunidad de trabajar con ella. Este sueño se cumplió en la inauguración de Pachacamac, un evento que marcó la carrera de Mandros y que le permitió trabajar con una de sus mayores inspiraciones.
“Siempre soñé conocerte y producirte y lo pude cumplir en la inauguración de Pachacamac,” expresó Mandros en su mensaje. Este sueño cumplido fue un hito en su carrera y un recuerdo que guardará siempre en su corazón.
El mensaje de Mandros termina con un emotivo “gracias y vuela alto”, una despedida que refleja el profundo respeto y cariño que siente por Yola. Esta despedida es también una muestra de gratitud por todo lo que Yola hizo por él, por todas las enseñanzas, los momentos compartidos y las risas.
“Aquí tu burbujito frustrado”, concluye Mandros en su mensaje, un apodo cariñoso que refleja su cercanía con Yola y su agradecimiento por todo lo que ella hizo por él. Este apodo es también una muestra de la influencia que Yola tuvo en su vida, una influencia que seguirá presente en su carrera y en su vida personal.
En definitiva, las palabras de Mandros son un reflejo del impacto que Yola Polastri tuvo en su vida y en su carrera. Yola fue una fuente de inspiración, risas, disciplina, profesionalismo, pasión y sueños para él, valores que seguirá llevando consigo en su camino por el mundo de la televisión. Gracias, Yola, por todo lo que hiciste sin saber en las vidas de tantos, y por seguir volando alto en nuestros corazones.