Garuba, el jugador de baloncesto español, se mostró siempre seguro de sí mismo, tanto en la cancha como en los festejos posteriores al partido. Su actuación en la final contra Bahamas fue clave para la victoria, destacando sobre todo en el rebote ofensivo y la colocación de tapones. Pero no todos los focos estuvieron sobre él.
Rudy Fernández, con sus 261 partidos y 11 medallas con España, también acaparó atención. Algunos seguidores tal vez pensaron que el encuentro podría ser el último de su carrera activa, pero el capitán tenía otros planes. En particular, cumplir una promesa: participar en seis Juegos Olímpicos, un récord en el baloncesto español.
El partido contra las Bahamas fue intenso. «Es algo que le prometí a mi padre cuando me dejó», dijo Rudy Fernández, quien fue sustituido por Scariolo en los últimos segundos del partido. Aunque los rivales caribeños no se dieron por vencidos, la victoria de España fue incontestable.
La actuación de Fernández fue especialmente destacada, pero no fue la única. Durante el campeonato, el madrileño insistió en un mensaje a sus compañeros: «No lo hagáis por mí».
La victoria en el Preolímpico, un torneo que suele ser complicado para el anfitrión, supone un impulso anímico para un equipo que sufrió en el pasado Mundial. Aldama, cuyo padre participó en los Juegos de Barcelona 92, fue uno de los más emocionados del equipo.
Munnings, otro de los jugadores destacados, se hizo daño en el tobillo casi al final del partido. Después, con el MVP en sus manos, no pudo reprimir las lágrimas. «He hablado con mi padre esto muchísimas veces. Fue mi primer sueño de niño. Es un orgullo vestir esta camiseta y un privilegio», confesó en sala de prensa.
La selección española afrontará ahora la primera fase de los Juegos Olímpicos en Lille. España disputará el primer partido de los Juegos, el sábado 27 a las 11 de la mañana, contra Australia. Después se enfrentará a Grecia, ganador del Preolímpico de El Pireo, y a la temida Canadá.
El seleccionador, Scariolo, prefirió destacar el trabajo en equipo en lugar de centrarse en el duro calendario que se avecina. «Quiero dar el mérito a este grupo de jugadores, fue extremadamente duro jugar este segundo partido en menos de 24 horas. Aprecio la concentración que pusieron, la compostura. Jugaron durante 40 minutos con muy pocos bajones y realizamos un partido sólido en las dos partes de la cancha. Es una final y lo siento como si hubiéramos ganado un título», reflexionó.
Además de Garuba, Fernández y Aldama, otros jugadores destacaron en el torneo. El regreso de Lorenzo Brown fue uno de los más aplaudidos. Su conexión con Willy contrastó con su mediocre rendimiento en el Barça. La disposición defensiva de López-Arostegui, persiguiendo como un perro de presa a Buddy Hield, también fue clave para la victoria. Pradilla y los puntos de Brizuela también fueron decisivos.
«Podemos ir perdiendo superestrellas, pero mientras tanto tenemos que competir con una cohesión brutal. Estar en este equipo es un privilegio y los jugadores lo tienen claro. Es uno de los equipos más grandes de la historia del deporte español», concluyó Scariolo.