Diego Schalper, un diputado de Renovación Nacional (RN) en Chile, anunció recientemente su intención de crear una comisión investigadora sobre un programa de apoyo a la identidad de género. El programa en cuestión implica el uso de medicamentos conocidos como «bloqueadores de la pubertad» para niños, niñas y adolescentes (NNA) con disforia de género. Schalper ha expresado su preocupación por la falta de apoyo psicosocial adecuado para estos jóvenes antes de iniciar su transición.
La controversia en torno a este programa se intensificó tras un informe de BioBioChile, que reveló varios detalles sobre el procedimiento. Muchos padres han expresado su inquietud por el tratamiento recetado a sus hijos, argumentando que los profesionales de la salud no proporcionan suficiente apoyo psicosocial a los NNA antes de iniciar su transición.
La controversia no se limita a Chile. En 2020, el Servicio de Salud de Inglaterra (NHS) fue demandado por Keira Bell, una mujer que decidió detener su proceso de masculinización y volver a su género original. El caso se centró en la capacidad de los menores para dar un consentimiento informado antes de iniciar el tratamiento.
En respuesta a la creciente preocupación, Schalper ha tomado medidas para investigar el programa. Ha contactado a la ministra de Salud, Ximena Aguilera, y a las autoridades del Hospital Sótero del Río para discutir el tema. “Hemos decidido iniciar una investigación muy profunda en el tema para terminar con esta situación y para ver quiénes han participado en la toma de decisiones de algo tan complicado”, señaló Schalper.
Además, Schalper tiene la intención de indagar dos aspectos específicos: una situación en el Hospital Sótero del Río y los convenios generados con una organización no gubernamental y las municipalidades de Recoleta y Quilicura para la dispensación de medicamentos en las farmacias populares. Como referencia, Schalper mencionó las declaraciones de la ginecóloga Arlette Adauy, quien detalló el procedimiento que se realiza a través de los bloqueadores de pubertad.
Schalper está decidido a llegar al fondo de este asunto. “Vamos a llevar el tema hasta las últimas consecuencias. Pretendemos fundar una comisión investigadora y, de ser necesario, interpelar a la ministra de Salud por este tema”, dijo.
La Defensoría de la Niñez también ha expresado su preocupación por el programa. En un comunicado, la institución afirmó que “no existe suficiente información pública y detallada sobre dichos programas y terapias en Chile, así como tampoco de la evidencia en la cual debería basarse esta política pública nacional”. La Defensoría ha solicitado más información al Ministerio de Salud para analizarla con respecto al enfoque de derechos de los NNA. Sin embargo, aún no ha recibido los antecedentes solicitados.
“Es urgente realizar una revisión exhaustiva de esta política pública y abrir el debate con base a la evidencia de manera responsable”, afirmó la Defensoría. Además, hizo hincapié en la necesidad de respetar los derechos humanos de los NNA trans y género no conforme en cualquier discusión.
Por último, la Defensoría expresó que “no se pueden permitir espacios ni discursos que los discriminen, violenten o invisibilicen. Sus experiencias de vida y opiniones, como sujetos de derecho, deben ser tomadas en cuenta y consideradas en cualquier política pública”. De esta manera, la controversia en torno al uso de los bloqueadores de pubertad en Chile continúa, con la promesa de Schalper de llevar el tema hasta las últimas consecuencias.