La reciente confirmación de AMD sobre la incompatibilidad de sus nuevos procesadores Ryzen AI 300 con Windows 10 ha dejado a muchos en la industria de la tecnología intrigados. Los clientes que deseen utilizar sistemas de Microsoft con este tipo de APUs y sus generaciones futuras tendrán que adoptar Windows 11.
La participación de AMD en el Computex 2024 ha sido tan notable como se esperaba. La empresa anunció la arquitectura Zen 5, junto con las líneas de procesadores de escritorio y portátiles que funcionarán con ella. Si bien las presentaciones han destacado las principales mejoras de las nuevas plataformas, como un aumento del 16% del IPC y un gran salto en el rendimiento de la IA, hasta 50 TOPS en el lado de NPU, se ha hablado menos de algunos de sus inconvenientes.
Las especificaciones oficiales de los dos SKU Ryzen AI presentados en el Computex no incluyen a Windows 10 en la lista de sistemas operativos compatibles. Estos sistemas son: Windows 11 – Edición de 64 bits, RHEL x86 de 64 bits, Ubuntu x86 de 64 bits.
No obstante, la nueva plataforma para sobremesas, Ryzen 9000, que también utiliza la arquitectura Zen 5, sí será compatible con Windows 10, según la hoja de especificaciones. Esto implica que los controladores para el chipset de las APUs de AMD serán los que no serán compatibles con Windows 10. Esto confirma parcialmente una información surgida en Lenovo que indicaba el fin del soporte de AMD para sus nuevos procesadores en Windows 10.
Se han presentado argumentos tanto a favor como en contra de esta decisión. Por un lado, aunque Copilot también se ha desplegado en Windows 10, es cierto que Windows 11 es la versión que está recibiendo la mayor parte de las capacidades de funciones de inteligencia artificial. Además, cabe destacar que Windows 10 está a 15 meses del final de su ciclo de vida.
Por otro lado, Windows 10 sigue siendo el rey del escritorio, con una cuota de mercado que duplica la de Windows 11, una versión que aún no ha logrado enamorar a todos. Técnicamente, no se vislumbra ninguna razón para que los Ryzen AI 300 no sean compatibles con Windows 10. A pesar de esta falta de soporte oficial, esto no significa que estos procesadores no funcionen en la práctica con Windows 10.
A medida que avanza la tecnología, las empresas como AMD tienen que tomar decisiones difíciles sobre el soporte de software. Aunque esto puede ser frustrante para algunos usuarios, es fundamental para seguir impulsando la innovación y el desarrollo. Ciertamente, habrá una serie de conversaciones y discusiones continuas en la industria sobre este tema en los próximos meses.
En este sentido, es importante recordar que el cambio es una constante en el mundo de la tecnología. A medida que avanzamos, es esencial estar dispuesto a adaptarse y crecer con estos cambios. Por lo tanto, aunque la noticia de que los nuevos procesadores de AMD no son compatibles con Windows 10 puede ser decepcionante para algunos, es una indicación de que la tecnología sigue avanzando, y con ella, también lo hacen nuestras plataformas y sistemas operativos.
Este es un momento emocionante para la industria de la tecnología, ya que continuamos viendo avances en la inteligencia artificial y la computación. Con empresas como AMD a la vanguardia de estos avances, podemos esperar ver más innovaciones y cambios en el futuro. Aunque pueda haber desafíos en el camino, como el tema de la compatibilidad con los sistemas operativos, estos son solo obstáculos temporales en la ruta hacia un futuro más avanzado y tecnológicamente capaz.
En última instancia, la decisión de AMD de no soportar Windows 10 con sus nuevos procesadores es un recordatorio de que la tecnología está en constante evolución. A medida que las empresas continúan innovando y empujando los límites de lo que es posible, los usuarios deben estar dispuestos a adaptarse y evolucionar con ellas.