El informe más reciente de la agencia de calificación de riesgos Standard & Poor’s (S&P) sobre el panorama crediticio en América Latina resalta la influencia de la fragmentación política en el crecimiento económico. Este factor, en particular, es considerado por la firma como una amenaza al avance económico de la región. En este contexto, Chile se ve particularmente afectado, y su Producto Interno Bruto (PIB) podría crecer solo un 2% este año, una cifra menor a la predicción del 2,7% del Ministerio de Hacienda.
La fragmentación política es un fenómeno que se refiere a la diversidad de partidos políticos y la dificultad de que estos lleguen a consensos en reformas clave. Esto genera un entorno de incertidumbre que puede afectar la toma de decisiones de los inversionistas y, por ende, el crecimiento económico de un país.
En su informe, S&P detalla que tanto el consumo como las inversiones en Chile han disminuido en 2023, con una economía que solo avanzó un 0,2%. Sin embargo, los expertos de la firma aseguran que los datos que se han recopilado en lo que va del año sugieren que el consumo ya está mejorando. Esto se ve reflejado en las fuertes ventas minoristas y la creciente confianza del consumidor.
La confianza del consumidor es un indicador clave de la salud económica de un país. Cuando los consumidores se sienten seguros sobre sus ingresos y sus perspectivas económicas a futuro, suelen gastar más, impulsando así el crecimiento económico. Las fuertes ventas minoristas también son un signo de un consumo saludable, ya que indican que los consumidores están dispuestos a gastar en bienes y servicios.
Sin embargo, no todo es positivo en el análisis de S&P. Según el informe, la recuperación de la inversión en Chile está tomando más tiempo de lo esperado y la confianza empresarial sigue siendo débil. Y es aquí donde la fragmentación política juega un papel determinante. Es probable que este alto grado de fragmentación política mantenga moderado el repunte de la inversión, sostienen en el informe.
La confianza empresarial es otro factor crucial para el crecimiento económico. Si las empresas no se sienten seguras sobre el futuro económico del país, pueden optar por limitar sus inversiones. Esto puede tener un efecto en cadena, ya que menos inversiones pueden llevar a menos crecimiento económico y a un menor número de empleos.
En resumen, el informe de S&P pone de relieve la importancia de la estabilidad política para el crecimiento económico. La fragmentación política puede generar un ambiente de incertidumbre que afecta tanto al consumo como a la inversión, dos pilares fundamentales para el crecimiento económico.
En este sentido, es crucial que los políticos y los líderes empresariales trabajen juntos para fomentar un ambiente de estabilidad y confianza. Solo así se podrá garantizar un crecimiento económico sostenible y duradero.
Para obtener más información sobre el informe de S&P y su análisis del panorama económico en América Latina, puede consultar la nueva edición de El Mercurio.