Durante su última audiencia general, el Papa Francisco reiteró su ferviente deseo de paz, no solo en Europa, sino en todo el mundo, con especial énfasis en las zonas de conflicto en Ucrania y Oriente Próximo. El llamamiento fue pronunciado en presencia de cientos de peregrinos que celebraban la solemnidad de su patrono, San Estanislao, un obispo y mártir, cuyo legado de fe sigue resonando en la Iglesia hasta nuestros días.
El Papa Francisco hizo hincapié en la necesidad de que la intercesión de San Estanislao aporte el don de la paz en estos tiempos difíciles. Afirmó: «Que la intercesión de San Estanislao obtenga también hoy el don de la paz en Europa y en todo el mundo, especialmente en Ucrania y Oriente Próximo«. Este mensaje lleva consigo la esperanza de una intervención divina en los asuntos mundanos, un deseo que se extiende a todos los creyentes y que se refleja en la fe compartida por millones alrededor del mundo.
El Papa Francisco también recordó las palabras de San Juan Pablo II, quien escribió sobre San Estanislao y su papel en la protección y supervivencia de la nación durante la Segunda Guerra Mundial. Su contribución desde el cielo, su participación en los sufrimientos y esperanzas de la nación, fue un factor clave en la resistencia y la eventual supervivencia durante aquellos tiempos oscuros.
Al dirigirse a los fieles italianos, Francisco recordó otra figura prominente en la fe católica, la Virgen del Rosario de Pompeya. Invitó a todos a invocar la intercesión de María, en la esperanza de que el Señor conceda la paz al mundo entero, especialmente a las regiones más afectadas por conflictos, como Ucrania, Palestina, Israel y Myanmar.
El Papa Francisco subrayó la necesidad urgente de una de las virtudes cristianas más fundamentales: la paz. Según sus propias palabras: «¡El mundo tiene hoy tanta necesidad de esa virtud cristiana!». También destacó la importancia de la paciencia, que describió como una virtud que camina de la mano de la esperanza.
La catequesis del Papa Francisco se centró en la tercera virtud teologal, después de haber tratado la fe y la caridad en audiencias anteriores. Durante este tiempo, oró ante una pequeña imagen de la Virgen de Luján, la patrona de Argentina, cuya fiesta se celebra ese mismo día. También pidió oraciones por Argentina, expresando su deseo de que el Señor la ayude en su camino.
El Pontífice llegó a la audiencia general saludando a los fieles desde el papamóvil, acompañado por cuatro niños y al son de la música de una banda. Este acto simboliza la cercanía del Papa Francisco con las personas, su apertura y su deseo de estar en contacto directo con los fieles.