En un llamado de atención urgente, Unicef, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, ha alertado que la situación crítica de los hospitales en la Franja de Gaza está provocando la muerte de niños. Los menores, que están siendo tratados por diversas enfermedades, heridas y desnutrición, están perdiendo la vida debido a las terribles condiciones de las instalaciones médicas en el enclave palestino sitiado.
Tess Duncan, portavoz de Unicef, ha subrayo que los hospitales en Gaza carecen de equipamientos y recursos necesarios para el cuidado adecuado de los niños. Durante una visita a cuatro hospitales en los últimos cinco días, todos los directores médicos con los que se reunió le expresaron la misma preocupación: la falta de recursos y personal está teniendo un impacto devastador en la salud de los niños de Gaza.
Las unidades de asistencia están funcionando a cuatro veces su capacidad, lo que significa que los médicos y enfermeras están luchando para atender a todos los pacientes que necesitan atención médica urgente. «Los niños están muriendo debido a infecciones. Los niños están muriendo por desnutrición. Simplemente, no hay suficiente personal ni recursos para todos… Por eso tenemos que apresurarnos a enviar esta ayuda y por eso necesitamos un alto al fuego», enfatizó Duncan.
Un reciente informe de Unicef reveló que la guerra genocida del régimen israelí ha causado la muerte de más de 13 000 niños y ha dejado a muchos más heridos. El organismo internacional también informó que casas, escuelas y hospitales han sido destruidos, y que profesores, médicos y activistas humanitarios han sido asesinados.
La directora ejecutiva de Unicef, Catherine Russell, describió la situación en Gaza como alarmante. «La hambruna está cerca. El nivel y la velocidad de la destrucción son impactantes. Los niños de Gaza necesitan un alto al fuego ahora», escribió en una red social.
La situación en Gaza se ha vuelto cada vez más crítica debido a los bombardeos indiscriminados y la ofensiva terrestre del régimen de Tel Aviv. La violencia ha dejado un saldo fatal de al menos 33 207 muertos, la mayoría de ellos mujeres y niños, y cerca de 76 000 heridos. Miles de personas, muchas de ellas niños, siguen desaparecidas y se teme que estén atrapadas bajo los escombros de edificios destruidos.
Las palabras de Duncan y Russell resaltan la urgente necesidad de un alto al fuego en Gaza, junto con una respuesta humanitaria amplia y rápida. Sin embargo, a pesar de los repetidos llamados a la acción, la violencia continúa y los niños de Gaza siguen sufriendo las consecuencias de una crisis humanitaria que empeora cada día.
Los hospitales, que deberían ser lugares de curación y esperanza, se han convertido en escenas de desesperación y muerte. Las palabras de Duncan pintan un panorama sombrío: niños muriendo de infecciones y desnutrición, hospitales operando más allá de su capacidad, y una falta desesperada de recursos y personal.
Unicef y otros organismos internacionales continúan trabajando para brindar asistencia a los niños de Gaza, pero la situación es desalentadora. La falta de recursos y el continuo conflicto hacen que sea casi imposible proporcionar el nivel de atención que se necesita desesperadamente.
La crisis en la Franja de Gaza es una crisis de derechos humanos. Cada niño que muere es una tragedia, y cada uno de esos niños tenía derecho a la vida, la salud y la seguridad. Como lo ha subrayado Unicef, es esencial que se logre un alto al fuego y se envíe ayuda urgentemente a los niños de Gaza.
Esta es una llamada urgente a la comunidad internacional para que tome medidas inmediatas para poner fin a la violencia y proporcionar el apoyo y los recursos necesarios para salvar las vidas de los niños en Gaza. Como lo ha enfatizado Unicef, no hay tiempo que perder.
Los niños de Gaza necesitan un alto al fuego ahora. No pueden esperar, y no deben esperar.