Thomas Pizarro Castillo es un nombre que comienza a resonar en las canchas de fútbol de Coquimbo y La Serena, especialmente en el Rancho Rossi, donde ha estado dirigiendo partidos de adultos y de divisiones menores. A pesar de su corta edad, este árbitro de nueve años ha demostrado una gran seguridad y templanza al tomar decisiones en el terreno de juego, lo que ha generado comentarios favorables sobre su actuación.
Thomas, apodado «Thomi», ha manejado cuatro partidos hasta ahora, vistiendo su uniforme de camiseta y medias celestes y shorts negros. Su presencia en el campo ha cambiado el comportamiento de los jugadores y el público, quienes parecen tener un mayor respeto por las decisiones del árbitro cuando es él quien lanza la moneda para determinar quién comienza el juego.
Sin embargo, lo más sorprendente de todo es que Thomi apenas está en cuarto básico en el colegio Altazor de Coquimbo. A pesar de su corta edad, ha demostrado una gran madurez y habilidad para manejar la presión de los partidos, lo que le ha ganado el respeto de los jugadores, los espectadores y los demás árbitros.
Thomas está siguiendo los pasos de su padre, Pedro Pizarro, un árbitro certificado por el INAF que dejó de trabajar en el fútbol juvenil de la ANFP y ahora se dedica a arbitrar partidos de manera recreativa. Pedro, quien fue quien introdujo a Thomas en el mundo del arbitraje, insiste en que su hijo disfrute de la experiencia y se divierta mientras aprende.
A pesar de que comenzó como un juego, Thomas ha tenido que perfeccionarse y conocer las reglas del fútbol para poder dirigir los partidos correctamente. Su padre ha sido fundamental en este proceso, explicándole las reglas y ayudándolo a señalizar correctamente las acciones en el campo. Además, Pedro también le ayuda desde fuera del campo con un intercomunicador, guiándole y corrigiéndole cuando es necesario.
El último partido que Thomas dirigió fue un amistoso entre el Real Santos y CD La Serena. Su actuación fue una vez más elogiada, y muchos creen que tiene un gran futuro como árbitro profesional. De hecho, ya ha dirigido varios partidos en la serie CMP, incluyendo uno que se hizo viral.
Pedro ha comentado que la atmósfera cambia cuando Thomas está en el campo. A diferencia de otros árbitros, Thomas parece generar un respeto innato en los jugadores y espectadores, quienes rara vez discuten sus decisiones. Esto es especialmente notable en el fútbol infantil, donde a menudo los padres pueden ser los más críticos.
A pesar de su éxito, Thomas aún tiene mucho que aprender. Si bien se siente seguro y disfruta de su papel como árbitro, admite que todavía le resulta difícil resistir la tentación de unirse al juego y patear la pelota. Sin embargo, con el apoyo de sus padres y su amor por el fútbol, no cabe duda de que Thomas Pizarro Castillo tiene un brillante futuro por delante en el mundo del arbitraje.