El conglomerado francés de lujo Kering, conocido por ser el propietario de la prestigiosa marca Gucci, ha anunciado recientemente la adquisición de un edificio histórico ubicado en la icónica calle via Monte Napoleone 8 en Milán. La transacción, que asciende a 1.300 millones de euros, se ha realizado con el gigante inversor Blackstone.
El edificio, una joya arquitectónica del siglo XVIII, consta de cinco plantas y se encuentra en una de las zonas más exclusivas de la ciudad de la moda. En esta misma área, se encuentran ubicadas las tiendas de otras marcas de lujo como Saint Laurent y Prada, así como el Café Cova, propiedad de LVMH.
Con una superficie total de 11.800 metros cuadrados, este edificio cuenta con más de 5.000 metros cuadrados de superficie comercial, convirtiéndolo en uno de los más grandes de la via Monte Napoleone. Esta inversión se enmarca en la «estrategia inmobiliaria selectiva» de Kering, que busca asegurarse ubicaciones clave y deseables para sus marcas.
La estrategia de Kering no solo se centra en adquirir propiedades de lujo, sino también en gestionar de forma proactiva su cartera inmobiliaria, con el objetivo de conservar una participación en sus activos principales. Este enfoque estratégico ha llevado a la empresa a co-invertir en vehículos dedicados junto a otros inversores.
La venta de este edificio por parte de Blackstone marca un hito, ya que se trata de la mayor venta de un solo activo realizada por la empresa en Europa. Este movimiento es un reflejo del creciente interés de las firmas de lujo por asegurarse ubicaciones emblemáticas en ciudades clave del mundo de la moda, como Milán.
En enero, Kering ya sorprendió al mundo de las finanzas con la adquisición de un edificio en la esquina de la Quinta Avenida y la calle 57 en Nueva York por 963 millones de dólares. Con esta última operación en Milán, Kering continúa expandiendo su cartera de activos emblemáticos en ciudades como París y Tokio.
Sin embargo, esta inversión contrasta con el reciente ‘profit warning’ emitido por Kering. Este término, poco común en el sector del lujo, indica que las ventas de Gucci -que representan la mitad de las ventas totales del grupo y dos tercios de las ganancias- podrían disminuir un 20% en el primer trimestre. La razón se encuentra en la debilidad de la demanda en China, mercado clave para la marca.
Esta situación viene en un momento de cambio para Gucci, que está intentando reorientar su rumbo bajo la dirección del nuevo diseñador Sabato de Sarno. Después de varios años de caída de ventas que han afectado el rendimiento de Kering frente a rivales como LVMH y Hermès, la implementación de esta nueva estrategia todavía está en espera de dar sus frutos.
En cuanto a Blackstone, este edificio milanes solo ha estado en sus manos durante cuatro años. Adquirida en 2021 como parte de la compra de Reale Compagnia Italiana, la propiedad fue parte de una cartera que incluía oficinas, hoteles y propiedades residenciales en Milán, por la que pagó 1.100 millones de euros. Con la venta de este edificio por 1.300 millones, Blackstone ha conseguido una buena ganancia.
El acuerdo con Kering demuestra, según James Seppala, director de ‘real estate’ europeo en Blackstone, «una demanda excepcional de los inversores por este tipo de bienes de alta calidad en los mercados más fuertes». Esta venta se ha gestionado con su socio Kryalos, una inmobiliaria italiana.