Grifols presenta sus cuentas a la CNMV y ajusta su deuda al incrementarla en 1.100 millones

Grifols detalla sus cuentas ante la CNMV y recalcula su deuda al alza en 1.100 millones

Grifols, la reconocida farmacéutica, ha presentado la información adicional solicitada por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Este movimiento surge tras la publicación de un informe el 21 de marzo, en el que la CNMV solicitaba mayor detalle en ciertos aspectos financieros de la compañía, como la deuda neta y el Ebitda, tal como se explicita en un comunicado oficial de la empresa.

En respuesta a la solicitud, Grifols ha proporcionado al regulador un ratio de endeudamiento que se ajusta a los datos financieros de 2022 y 2023, respetando los criterios de balance y acuerdo de crédito (‘credit agreement’). Además, ha ofrecido información detallada sobre sus ratios de Ebitda y deuda financiera neta, una labor que ha llevado a cabo específicamente «para las empresas en las que tiene participaciones no controladas».

Según la información proporcionada, el ratio de endeudamiento para el año 2023 se sitúa en el 8,4% siguiendo el criterio de balance, porcentaje que supera el 6,3% obtenido al aplicar la modalidad de ‘credit agreement’. Por otro lado, la deuda neta, según balance, se ubica en 10.527 millones de euros, lo que supone un incremento de 1.111 millones respecto a los 9.416 millones de euros calculados según el acuerdo de crédito.

Estas variaciones se deben a ajustes en el Ebitda por un total de 234 millones de euros debido a gastos extraordinarios, inusuales o no recurrentes, ahorros de costes y mejoras operativas para los próximos 12 meses. Además, se ha excluido el gasto correspondiente a los leasings. Los diferentes importes de endeudamiento son consecuencia de la «exclusión de la deuda asociada a los contratos de leasings (alquileres de inmuebles de los centros de donación de plasma) por un total de 1.111 millones de euros».

Por otro lado, Grifols ha decidido comprometerse a «limitar el uso de los elementos no recurrentes», infrecuentes o inusuales a casos específicos, proporcionando el detalle y la justificación del uso de tales partidas. Asimismo, ha enfatizado que, en caso de utilizar dichos elementos, se priorizarán aquellos de carácter no recurrente que no hayan tenido un impacto en períodos anteriores ni se espera que puedan tenerlo en el futuro.

Uno de los compromisos que la compañía ha asumido es «otorgar la misma importancia tanto a las medidas financieras como a las Medidas Alternativas de Rendimiento (MAR) que se presentan en las publicaciones financieras de la compañía». Con el fin de simplificar y mejorar la claridad en la presentación de la información financiera, Grifols ha expresado su intención de reducir a dos el número de medidas empleadas para reflejar el Ebitda en sus comunicaciones de resultados: el Ebitda consolidado según pérdidas y ganancias y el Ebitda consolidado ajustado.

Estas magnitudes «serán usadas como medidas de rendimiento de la compañía y cumplirán la función de proporcionar una mejor comparabilidad de la evolución y rentabilidad de Grifols a lo largo del tiempo, así como en relación con otras empresas comparables».

En cuanto a los ajustes por ahorro de costes, mejoras operativas y sinergias que se realizan en el Ebitda consolidado según el ‘credit agreement’, la farmacéutica ha confirmado que «esta medida financiera no se usa como una medida alternativa de rendimiento de la entidad y por tanto no se debe interpretar como tal».

De cara a los próximos informes financieros públicos, Grifols ha prometido clarificar que «la integración de ajustes basados en expectativas hace que estas medidas proyecten escenarios futuros en lugar de representar los resultados financieros presentes». Esta distinción será comunicada de manera explícita para asegurar que todas las partes interesadas comprendan que tales medidas no son indicadores del rendimiento o resultados financieros actuales de la entidad.

Finalmente, Grifols se ha comprometido a reforzar «los procedimientos de control» para minimizar la posibilidad de errores en el cálculo y desglose de las magnitudes financieras en sus informes financieros y comunicaciones de resultados. «A tal efecto, nos comprometemos a establecer un nuevo nivel de revisión a cargo del departamento de control interno de la compañía», ha concluido la entidad.

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