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En el contexto de la formación de la nueva Comisión Europea, varios estados miembros han ignorado las recomendaciones y los compromisos previamente establecidos en cuanto a la paridad de género. A pesar de los esfuerzos de la presidenta electa de la Comisión, Ursula von der Leyen, para garantizar una representación equitativa entre hombres y mujeres en su equipo, numerosos países han presentado candidaturas mayoritariamente masculinas.
Desde su elección, von der Leyen dejó claro que una de sus prioridades sería asegurar una Comisión Europea más equilibrada en términos de género. Esta intención se enmarca en un contexto más amplio de promover la igualdad de género en todas las instituciones de la Unión Europea. A tal fin, solicitó a los estados miembros que propusieran tanto un candidato masculino como una candidata femenina para cada puesto en la Comisión.
A pesar de estos esfuerzos, la respuesta de los estados miembros ha sido desalentadora. Varios países han ignorado la solicitud de von der Leyen y han presentado listas de candidatos dominadas por hombres. Esto ha generado críticas y preocupación entre los defensores de la igualdad de género, quienes ven en estas decisiones una falta de compromiso real con la paridad.
Las organizaciones que abogan por la igualdad de género han expresado su decepción y han llamado a los estados miembros a reconsiderar sus decisiones. Argumentan que la falta de mujeres en la Comisión no solo es injusta, sino que también envía un mensaje negativo sobre el compromiso de la Unión Europea con la igualdad de género. Algunos políticos y figuras públicas han también manifestado su descontento, instando a un cambio de actitud por parte de los estados miembros.
La composición final de la Comisión Europea tendrá un impacto significativo en su capacidad para abordar cuestiones de género de manera efectiva. Una representación desigual podría limitar la perspectiva y la sensibilidad de la Comisión hacia los temas que afectan desproporcionadamente a las mujeres. Además, esta falta de paridad podría debilitar la credibilidad de la Unión Europea en su promoción de la igualdad de género a nivel mundial.
A medida que se desarrolla este proceso, queda por ver si los estados miembros reconsiderarán sus decisiones y si Ursula von der Leyen logrará formar una Comisión más equilibrada. Lo que está claro es que la lucha por la igualdad de género en la Unión Europea está lejos de terminar y que los compromisos deben ser respaldados por acciones concretas.
La falta de paridad de género en las nominaciones para la nueva Comisión Europea es un recordatorio de los desafíos persistentes que enfrenta la igualdad de género en la política y las instituciones. A pesar de las buenas intenciones y los compromisos declarados, la acción concreta es esencial para lograr un cambio real. La Unión Europea, como líder mundial en la promoción de los derechos humanos, debe dar ejemplo y asegurar que sus propias instituciones reflejen los valores que defiende.
Presencia Femenina en las Instituciones Europeas Dos de las tres principales instituciones europeas, la Comisión y la Eurocámara, estarán en esta nueva legislatura presididas, por segunda vez consecutiva, por mujeres. Otra mujer, la estonia Kaja Kallas, dirigirá, si es confirmada, la política exterior y de seguridad de la UE, uno de los puestos de más…
