El último índice del Institute for Economics & Peace (IEP), un conocido think tank, revela un preocupante deterioro de la paz en el mundo en la última década, con un marcado incremento en los últimos cinco años. Según el IEP, actualmente hay 56 conflictos activos en el mundo, la cifra más alta desde la Segunda Guerra Mundial, con 92 naciones involucradas en guerras fuera de sus fronteras. Los países en conflicto incluyen Ucrania, Gaza, Sudán, Etiopía, Afganistán, Siria, la República Democrática del Congo y Colombia, entre otros.
Michael Collins, director ejecutivo del IEP, señala que, a pesar de las mejoras socioeconómicas a nivel global, hay un creciente desequilibrio entre países en términos de paz y economía. Un total de 97 países empeoraron sus niveles de paz en 2023, más que en cualquier otro año desde la creación del índice en 2008. Este deterioro se debe principalmente a un aumento en la militarización, con un incremento en la exportación e importación de armas y la inversión militar.
Además, Collins advierte que el riesgo de que las hostilidades de baja intensidad se conviertan en conflictos abiertos ha aumentado. Este año es especialmente peligroso ya que la mitad de la población mundial participará en elecciones y el mundo está cada vez más polarizado.
Steve Killelea, fundador y presidente ejecutivo del IEP, insiste en la necesidad urgente de que gobiernos y empresas globales intensifiquen sus esfuerzos para resolver los conflictos antes de que se transformen en crisis mayores. Algunos conflictos, como los de Sudán y Etiopía, a pesar de tener altas tasas de mortalidad, reciben escasa atención mediática.
En 2023, el incremento de los conflictos resultó en 162.000 decesos, la segunda cifra más alta en los últimos 30 años. Además, hay 95 millones de personas refugiadas o desplazadas internamente debido a enfrentamientos violentos. Collins advierte que es posible que en 2024 se alcance un récord en términos de pérdidas humanas.
El impacto económico global de la violencia en 2023 ascendió a 17,5 billones de euros, lo que representa el 13,5% del PIB mundial. Collins señala que la violencia y los conflictos no solo resultan en pérdida de vidas, sino también en pérdida de productividad. Los países más pacíficos invierten alrededor del 3% de su PIB en contención de la violencia, mientras que los más violentos destinan hasta el 30%.
Según el índice, los países más pacíficos son Islandia, Irlanda y Austria. Europa es la región más pacífica, a pesar del conflicto entre Ucrania y Rusia. Por otro lado, África subsahariana es la región con el mayor deterioro de la paz, con 36 de sus 46 países involucrados en conflictos fuera de sus fronteras. América del Norte es la región que más ha empeorado en el índice debido al incremento de los delitos violentos y el miedo a la violencia.
En términos de mejora, Afganistán, a pesar de tener los peores niveles de paz, ha mejorado su puntuación en comparación con el estudio anterior. España ha subido siete posiciones hasta el número 23 en la clasificación, y El Salvador ha mejorado 21 puestos al reducir significativamente los homicidios, a pesar de las denuncias por violaciones de los derechos humanos y tener el mayor índice de encarcelados del mundo.