El reciente anuncio del líder centrista israelí, Benny Gantz, de abandonar el Gobierno de Unidad Nacional encabezado por el primer ministro, Benjamin Netanyahu, ha sacudido la política israelí. Gantz, quien ha descrito su decisión como «compleja y dolorosa», ha dejado claro que su renuncia surge de la frustración con las consideraciones políticas que, según él, obstaculizan las decisiones estratégicas en la guerra de Gaza.
Gantz ha sido muy crítico con el enfoque de Netanyahu hacia la guerra en Gaza, acusándolo de evitar una «victoria real». Además, ha expresado su descontento con la falta de voluntad de Netanyahu para formular un plan de posguerra en Gaza. Según Gantz, estas acciones han impedido una victoria verdadera y por lo tanto ha decidido dejar el Gobierno de emergencia que se formó tras el atentado del 7 de octubre perpetrado por el grupo armado palestino Hamas.
La decisión de Gantz de abandonar el Gobierno de Emergencia se tomó con «el corazón apesadumbrado», según sus propias palabras. Este Gobierno fue creado por Netanyahu con el objetivo de unir a todas las fuerzas políticas tras el ataque. Gantz fue el único líder de la oposición que aceptó formar parte de este gobierno de unidad nacional propuesto por Netanyahu.
Gantz, quien forjó su prestigio político a través de su carrera militar en la que alcanzó el grado de general, era ministro sin cartera en el Gobierno de emergencia. Ostentaba un puesto dentro del reducido núcleo del Gabinete de Guerra que le daba voz y voto, junto a Netanyahu y al ministro de Defensa, Yoav Gallant. Fue jefe del Estado Mayor General de las Fuerzas de Defensa de Israel desde el 14 de febrero de 2011 hasta el 16 de febrero de 2015.
A pesar de que la dimisión de Gantz no supone una amenaza inmediata para Netanyahu, quien sigue controlando una coalición mayoritaria en el Parlamento, este cambio de escenario hace que el líder israelí dependa en mayor medida de sus aliados de extrema derecha.
Las reacciones a la decisión de Gantz no se hicieron esperar. Netanyahu respondió inmediatamente, instando a la unidad. «Es el momento de unir fuerzas», dijo Netanyahu en la red social X. «Israel está en una guerra existencial en varios frentes. Benny, este no es el momento de abandonar la campaña, este es el momento de unir fuerzas», agregó, subrayando que la ofensiva seguirá hasta la victoria.
Este desarrollo político se produce en medio de la escalada de tensiones en Gaza, que ha llevado a la muerte de más de 270 gazatíes en una operación de rescate de cuatro rehenes. Este incidente fue uno de los factores que llevó a Gantz a posponer su anuncio de renuncia, que inicialmente estaba programado para el día anterior.
En resumen, los últimos acontecimientos en la política israelí han dejado en claro que las tensiones y los desacuerdos en torno a la gestión de la guerra en Gaza son cada vez más evidentes. Con la decisión de Gantz de abandonar el Gobierno de Emergencia, el futuro político de Israel se vuelve incierto y la necesidad de un plan de posguerra en Gaza se hace cada vez más urgente.