Las recientes elecciones europeas en Portugal, celebradas el pasado domingo, representaron una suerte de segunda vuelta de las elecciones legislativas llevadas a cabo en marzo. Al igual que en aquel entonces, los resultados fueron bastante equitativos entre el Partido Socialista (PS) y la Alianza Democrática (AD). A diferencia de las elecciones anteriores, este empate mostró un cambio en la balanza, con el PS emergiendo como el vencedor con el 32% de los votos, superando por poco a la AD que obtuvo el 31%.
Este resultado fue una repetición de los comicios legislativos, en los cuales la coalición conservadora liderada por la AD ganó por un estrecho margen de apenas 50.000 votos. A pesar de esta victoria, el PS consiguió mantener su posición en el escrutinio con el 96% de los votos. Sin embargo, los socialistas experimentaron una ligera disminución en su representación, no logrando alcanzar los nueve escaños que obtuvieron en las elecciones de 2019.
En términos de asignación de escaños, los resultados provisionales otorgaron seis diputados al PS y otros seis a la AD. En la legislatura anterior, la coalición conservadora tenía siete diputados si se sumaban los de los dos partidos coaligados que concurrieron por separado.
En cuanto a la evolución de la ultraderecha, el partido Chega, fundado por André Ventura en 2019, logró entrar por primera vez en la Eurocámara. A pesar de esta hazaña, las expectativas de Chega no se cumplieron del todo. En marzo, el partido obtuvo el 18% de los votos, pero en estas elecciones, su participación se redujo al 10%. En esta ocasión, el partido Iniciativa Liberal (IL), que también logró su primer ingreso al Parlamento Europeo, desafió a Chega por la tercera posición.
El cambio de ciclo político hacia la derecha, que ya se había vislumbrado en las urnas en marzo, fue confirmado en estas elecciones. Mientras que en 2019, todas las fuerzas de la izquierda incluyendo al PS, Bloco de Esquerda y Partido Comunista Portugués y los ecologistas de Pessoas-Animais-Natureza contaban con 14 representantes, los conservadores solo contaban con siete. En la actualidad, la relación de fuerzas se ha invertido, lo que indica un cambio en la hegemonía política hacia el bloque de la derecha.
La ganadora de la jornada fue Marta Temido, exministra socialista que ganó popularidad durante la pandemia pero cuya reputación decayó con los problemas en la sanidad pública. Enfrentó en las elecciones a Sebastião Bugalho, un comentarista político reclutado por la Alianza Democrática.
El nuevo liderazgo en el Partido Socialista recibió un espaldarazo con estos resultados. Pedro Nuno Santos fue elegido en primarias como sucesor de António Costa, quien dimitió como primer ministro y secretario general del PS a finales de 2023. Costa está actualmente bajo investigación judicial por supuestas irregularidades en la concesión de proyectos empresariales.
A pesar de la alta abstención (63,52%) en comparación con las elecciones nacionales, la participación fue notable en comparación con las convocatorias europeas anteriores. Las innovaciones en el proceso de votación, como el voto anticipado y el voto en movilidad, contribuyeron a este aumento en la participación.
En conclusión, las recientes elecciones europeas en Portugal representan un cambio importante en el panorama político del país, con un cambio de ciclo hacia la derecha y una intensa competencia entre las principales fuerzas políticas. A la espera de la asignación final de los escaños, está claro que la política portuguesa está en un período de transición y cambio.
