En medio de un cambio de paradigma en la industria automotriz, donde la transición hacia vehículos eléctricos es una tendencia creciente, Volkswagen, el gigante automovilístico alemán, ha decidido mantener un equilibrio entre la inversión en vehículos eléctricos y los tradicionales de combustión interna. En la actualidad, la gama de modelos eléctricos de Volkswagen representa el 22% de las ventas totales de la compañía. El Volkswagen ID.4 lidera en ventas, superando al resto de la familia ID. Sin embargo, la marca alemana reconoce que, aunque el futuro es eléctrico, los motores de combustión aún tienen camino por recorrer.
Volkswagen ha decidido no apostar todas sus cartas a los coches eléctricos y, en cambio, ha optado por un enfoque equilibrado. De los 180 mil millones de euros destinados a inversiones y recursos, la compañía destinará dos tercios a la electrificación y digitalización. El tercio restante será para mantener la competitividad de sus vehículos de combustión en un mercado que aún favorece en gran medida estos motores. Mercedes, otro gigante automovilístico alemán, parece compartir esta visión, ya que prevé seguir vendiendo coches de combustión más allá de 2030, a pesar de las afirmaciones anteriores que sugerían lo contrario.
Como parte de su estrategia de electrificación, Volkswagen planea fabricar vehículos eléctricos e híbridos en Navarra, España. Entre los planes de la compañía se encuentra un coche eléctrico pequeño con un precio alrededor de 20.000 euros, que se espera esté a la venta en 2027. Este vehículo competirá con modelos como el Renault Twingo. Sin embargo, Volkswagen también apunta a equilibrar un posible descenso en las ventas de coches eléctricos centrándose en los híbridos enchufables.
La relevancia de los motores de combustión en el futuro es un tema de debate en la industria automotriz. Algunas marcas, como Toyota, Mazda, Subaru y la joint-venture Horse de Renault y Geely, creen que, a pesar de la transición hacia el eléctrico, los motores de combustión seguirán siendo relevantes para 2040. Estas marcas están invirtiendo en el desarrollo de motores de combustión de alta eficiencia, con el objetivo de reducir la huella de carbono.
A pesar del auge de los vehículos híbridos y eléctricos, en España, los vehículos de gasolina siguen siendo los más vendidos. Según ANFAC, la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones, en 2024, el 34,75% de los coches matriculados eran de gasolina y el 23,18% eran diésel. Los vehículos híbridos no enchufables representaban el 29,92% de las ventas, lo que supone casi tres de cada cuatro vehículos de energías alternativas matriculados en España.
Las ventas de coches eléctricos e híbridos enchufables representaban el 4,87% y el 5,34% del total de la cuota de mercado en los primeros cinco meses del año. A pesar de un aumento porcentual, las ventas de estos vehículos no han despegado como se esperaba. Por otro lado, los vehículos propulsados por gas también han experimentado un crecimiento del 2,67%, mientras que los coches de hidrógeno representan una cuota casi anecdótica, con sólo 15 matriculaciones en lo que va de año.
En conclusion, a pesar de las dificultades para penetrar en mercados como el chino y el descenso del interés debido al fin de los subsidios en algunos países, Volkswagen y otras marcas siguen apostando por un futuro mixto para la industria automotriz. Aunque los coches eléctricos son el futuro, los motores de combustión todavía tienen mucho que ofrecer.