En 2007, Hyundai tuvo una idea innovadora: crear un coupé compacto de corte deportivo con una disposición de puertas única, dos en el lado derecho y una en el izquierdo. Este audaz concepto culminó en la producción del Hyundai Veloster en 2011, un vehículo que, a pesar de su comportamiento dinámico, motor moderno y frugal, diseño original y precio razonable, no tuvo el éxito comercial esperado. Sin embargo, hoy en día, este coche se ha convertido en un auténtico chollo, especialmente en el mercado de segunda mano.
El Hyundai Veloster de primera generación es un coche atractivo con un nivel de equipamiento tecnológico superior al de muchos otros coches de su época en su categoría de precio. Aunque no se comercializa en España, sigue siendo una opción interesante y asequible, en comparación con su antiguo rival, el Volkswagen Scirocco. Las unidades usadas del Veloster, en buen estado, cuestan menos de 10.000 euros. Algunas, con más millaje, se pueden adquirir por unos 7.000 euros, lo que representa una excelente opción para aquellos que buscan un coche poco conocido pero muy versátil.
El Veloster, construido sobre la plataforma del i30, ofrece un rendimiento fiable y un consumo de combustible moderado. Dispone de cuatro plazas y un maletero relativamente espacioso, junto con la etiqueta C de la DGT y sus ventajas de circulación. A pesar de sus numerosas virtudes, el Veloster cayó en desgracia debido a la falta de popularidad de Hyundai en España en aquel momento.
El Hyundai Veloster 2011 tiene unas dimensiones de 4,22 metros de largo, 1,79 de ancho y 1,40 de alto. Su distancia entre ejes es de 2,65 metros, lo que proporciona una cabina amplia, sólo limitada en la parte posterior por la caída del techo. Además, el maletero cuenta con 320 litros de capacidad, que se pueden ampliar a más de un metro cúbico si se abaten los respaldos de la segunda fila de asientos.
El motor del Veloster es un motor de gasolina de cuatro cilindros y 1,6 litros que desarrolla una potencia de 140 o 186 CV dependiendo de si está sobrealimentado o no. El consumo medio puede mantenerse en 7 l/100 km fácilmente. Además, las versiones con turbo permiten acelerar de 0 a 100 km/h en 1,6 segundos menos que las versiones atmosféricas y alcanzar 13 km/h más de velocidad punta.
El Veloster está equipado con una transmisión manual o automática DCT, ambas de 6 velocidades, pero la tracción siempre es delantera. Entre los elementos de serie se incluyen llantas de aleación (17″), frenos de disco en los dos ejes, seis airbags, asistente de arranque en pendiente, programador de velocidad, control de presión de neumáticos, retrovisores eléctricos y calefactados, doble salida de escape central, faros antiniebla, luz diurna LED, volante multifunción con aro de cuero, anclajes ISOFIX, 6 altavoces, conexión Bluetooth y pantalla multimedia táctil.
En la historia de la automoción, son pocos los turismos asimétricos, lo que convierte al Veloster en una rareza que podría ganar valor en unas décadas. Su diseño es mucho más deportivo que su rendimiento o su comportamiento dinámico, pero esto puede ser una ventaja en términos de eficiencia y versatilidad. Los clientes del Veloster, en su mayoría, eran «petrolheads» atrevidos que cuidaron con mimo sus coches, por lo que es posible encontrar unidades en buen estado y a buen precio.
En la actualidad, es difícil encontrar un coche original con tantas virtudes y con una etiqueta ambiental C por menos de 10.000 euros. Por lo tanto, el Hyundai Veloster se presenta como una opción muy atractiva para aquellos que buscan un vehículo distinto, fiable y asequible.