En el corazón del automovilismo profesional, la segunda sesión de entrenamientos libres para el Gran Premio de Canadá se desarrolló bajo una nube de incertidumbre. De nuevo, la lluvia se hizo presente sobre el cielo del Circuit Gilles Villeneuve, convirtiendo la sesión en un evento menos representativo de la velocidad real que cada uno de los monoplazas podría demostrar en condiciones óptimas. Sin embargo, este factor no disminuyó la intensidad de la competencia ni la atención centrada en los equipos, especialmente en Red Bull Racing y la Scuderia Ferrari.
En un intento por combatir las condiciones climáticas adversas, el equipo Ferrari tomó la decisión audaz de enviar a sus pilotos Carlos Sainz y a Charles Leclerc a la pista con neumáticos medios e intermedios respectivamente. Sin embargo, Leclerc, ganador del pasado Gran Premio de Mónaco, tuvo que regresar de inmediato debido a que la sesión no se encontraba declarada en mojado, lo que impedía a los pilotos emplear esos compuestos a pesar de que el asfalto ya mostraba signos evidentes de humedad.
La situación en la pista se complicó aún más, pues Leclerc fue citado a comparecer ante los comisarios después de la FP2, al igual que varios otros pilotos debido a diferentes acciones ocurridas durante la sesión. Pero no todo fue caos y controversia en el circuito. Un episodio particularmente interesante y preocupante tuvo lugar en el garaje del equipo Red Bull, con el coche del piloto neerlandés Max Verstappen.
Tras completar solo cuatro vueltas, Verstappen tuvo que regresar a los boxes cuando se observó humo saliendo de su RB20. En un procedimiento que implicó saltar con los dos pies a la vez al suelo, el tricampeón del mundo y su equipo de mecánicos desplegaron barreras y se colocaron guantes de goma para empezar a trabajar en el monoplaza. Los trabajos de reparación implicaron la retirada del suelo del coche e incluso el uso de una radial para cortar un elemento que impedía el acceso a la zona afectada de la unidad de potencia. La atención fue máxima, ya que Verstappen estaba estrenando un nuevo motor, así como las unidades turbo, MGU-H y MGU-K.
Mientras todo esto sucedía en los boxes, la noticia de que Fernando Alonso había logrado el mejor tiempo de la sesión pasó en parte a un segundo plano. Su tiempo de 1:15.810 no expresa necesariamente el rendimiento potencial que los Aston Martin podrían mostrar durante el fin de semana, a pesar de que Lance Stroll también logró un impresionante tercer lugar, a solo seis décimas de Alonso. Sin embargo, lo más importante para el asturiano es que parece haber encontrado una buena sinergia con su coche y el circuito, lo que podría beneficiarle en caso de una clasificación y una carrera en condiciones cambiantes.
Después de Fernando Alonso, George Russell del equipo Mercedes terminó en segunda posición, seguido de Stroll. Charles Leclerc obtuvo la cuarta posición con neumáticos medios, y Daniel Ricciardo se quedó en el quinto. Carlos Sainz terminó en la 13ª posición. Los diez primeros puestos fueron completados por Kevin Magnussen, Lewis Hamilton, Yuki Tsunoda, Alex Albon y Checo Pérez. La lluvia en el Gran Premio de Canadá sigue siendo un factor a considerar y, sin duda, afectará las decisiones y estrategias de los equipos a medida que avanza el fin de semana.