El mensaje de defensa de la democracia y apoyo a Ucrania frente a la agresión de Rusia será transmitido este jueves desde las playas de Normandía. Este mensaje se envía exactamente 80 años después del desembarco de las fuerzas de los Estados Unidos, Reino Unido, Canadá y sus aliados para liberar a Europa del yugo de la Alemania nazi.
El presidente estadounidense, Joe Biden, y el anfitrión, Emmanuel Macron, darán discursos en las ceremonias conmemorativas que se llevan a cabo en los cementerios y playas de Normandía. Este año, la presencia del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski como invitado especial tiene la intención de actualizar el mensaje de junio de 1944.
Los líderes parecen transmitir que, al igual que en aquel entonces, Europa está bajo amenaza; al igual que entonces, se está librando una guerra en defensa de la libertad. Este es otro mensaje que surge de estas celebraciones: la unidad entre los Estados Unidos y las democracias europeas es lo que está en juego y es la clave para el éxito en el campo de batalla, tanto entonces como ahora.
El alcalde de Caen, Joël Bruneau, expresó durante una ceremonia internacional en el memorial de su ciudad, arrasada por los bombardeos aliados durante la batalla de Normandía, su solidaridad con Ucrania. “¿Cómo no pensar en nuestros hermanos en Ucrania que pelean como nuestros mayores hace 80 años?”, dijo.
A pesar de la retórica de apoyo, ni los Estados Unidos ni la Unión Europea están combatiendo en terreno ucraniano. Aunque países como Francia plantean el envío de instructores militares, incluso este debate divide a los occidentales. Hay dudas sobre el alcance real del compromiso con los ucranianos.
Existe una inquietud creciente entre los partidarios de la alianza transatlántica en ambos lados del Atlántico sobre la viabilidad de esta alianza si Donald Trump gana las elecciones presidenciales en noviembre. Queda por ver si un presidente estadounidense seguirá celebrando la amistad transatlántica en la playa de Omaha en cinco o diez años.
El presidente ruso, Vladímir Putin, quien estuvo presente hace 10 años, no asistió a las conmemoraciones en Normandía esta vez, ni tampoco ningún representante diplomático de Rusia. En 2014, Putin acababa de anexarse la península ucraniana de Crimea y la conmemoración de Normandía se utilizó para organizar un encuentro con el entonces presidente ucraniano Petro Porochenko. Esa ocasión marcó el inicio de unas negociaciones para resolver el conflicto que evidentemente fracasaron.
El ambiente en las playas durante los homenajes de este jueves tenía un aire de final de una era. Los verdaderos protagonistas, más allá de Zelenski, Biden, Macron, el rey Carlos III y otros líderes invitados, fueron las pocas decenas de veteranos aún vivos. Todos ellos son centenarios, o casi, y la mayoría de los presentes este jueves no estarán en las ceremonias del 90º aniversario.
Todos son héroes del ‘Día más Largo’, la mayor invasión naval de la historia, un sacrificio sangriento que contribuyó, junto con los sacrificios soviéticos en el frente oriental, a la derrota de Hitler. Existe un hilo de conexión, fuerte pero frágil a la vez, entre el mundo de ayer y el de hoy, donde la guerra, para muchos europeos, ha dejado de ser un capítulo en los libros de historia y se ha convertido en una realidad cotidiana.