El mundo digital y las redes sociales han dado lugar a una nueva forma de infidelidad, a menudo denominada «infidelidad emocional». Este fenómeno relativamente reciente abarca el cruce de ciertos límites sin llegar al engaño físico tradicionalmente asociado a la infidelidad. En este contexto, muchas personas se preguntan: ¿Dónde está el límite? ¿Qué acciones son inocentes y cuáles ya pueden considerarse una infidelidad?
La Asociación Americana de Terapia Matrimonial y Familiar sostiene que personas que nunca tuvieron la intención de ser infieles están cruzando inadvertidamente la línea de la amistad platónica hacia relaciones románticas, especialmente en el lugar de trabajo y en Internet. Según esta organización, las infidelidades o aventuras emocionales difieren de las amistades platónicas en que hay: 1) Intimidad emocional entre las partes, 2) Existe secreto, engaño y se ocultan cosas, y 3) A menudo hay química sexual.
Una encuesta realizada por el Instituto de Investigación en Relaciones Interpersonales en 2023 reveló que el 65% de los encuestados creía que seguir a muchas personas del sexo opuesto en redes sociales, sin una razón clara, sí podía considerarse una forma de infidelidad emocional.
A medida que las redes sociales ganaron terreno en la última década, ha surgido interés por parte de los investigadores en sexualidad de estudiar e investigar más a fondo la “infidelidad emocional”. La profesora Helen Fischer explicó a The Washington Post que si, por ejemplo, te apartas de la mesa de la cena con tu pareja para chequear tus mensajes de esa persona “especial”, entonces sí está afectando tu relación.
Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Indiana encontró que los usuarios de Facebook en relaciones frecuentemente utilizan el sitio para mantenerse en contacto con “reservas”. Esto es, exparejas o amigos platónicos con quienes saben que podrían conectar románticamente, en caso de que sus relaciones actuales se deterioren.
El estudio de 2017 encontró que los hombres tienen reservas aproximadamente al doble de la tasa de las mujeres. Sin embargo, para ambos géneros la práctica es generalizada. En promedio, los encuestados en relaciones dijeron que, a menudo, mantenían conversaciones de tono romántico o sexual con dos personas, además de su pareja actual.
Cabe señalar también que, en cierto nivel, esta idea de “engañar digitalmente” o de entablar una “infidelidad emocional” es una práctica que ha existido por mucho tiempo, y que hoy simplemente se viste con traje moderno gracias a las nuevas tecnologías. Hasta cierto punto, Internet solo ha hecho que estas cosas sean más visibles, mejor documentadas y más expeditas. Las opiniones están divididas en la materia, y hay quienes sostienen que la intención y el contexto son clave para determinar si se está en presencia o no de una infidelidad, según precisó Infobae.
En resumen, las redes sociales y la tecnología han llevado a una redefinición de la infidelidad. Ahora, más que nunca, es esencial tener en cuenta no solo nuestras acciones físicas, sino también nuestras acciones emocionales y digitales.