El primer ministro eslovaco, Robert Fico, reapareció este miércoles en un mensaje de vídeo en el que acusa a la oposición política de generar el clima de odio que motivó el intento de magnicidio contra él el pasado 15 de mayo en Handlová, al este de Bratislava.
Fico, que estuvo ingresado en estado grave tras ser alcanzado por cuatro de las cinco balas que le dispararon, asevera que su atacante era “un activista de la oposición” y un “mensajero del odio político y del mal generados en Eslovaquia hasta una proporción inmanejable por la oposición fracasada políticamente y frustrada”. El dirigente insiste en que no cree que el ataque haya sido obra de un loco solitario.
El primer ministro critica a los medios antigobierno, las ONG políticas financiadas desde el extranjero, y la oposición, acusándolos de restar importancia al intento de asesinato al afirmar que el atacante era un enfermo mental sin vínculos con la oposición. En particular, Fico apunta a los medios cuyos propietarios pertenecen a la estructura financiera de G. Soros, y les pide que respeten la gravedad del intento de asesinato y sus consecuencias.
La aparición de Fico en vídeo, titulada Perdón y advertencia, también sirvió para que el político expresara su perdón al atacante, a quien no presentará cargos, y anunciara su regreso al trabajo entre finales de junio y principios de julio.
Fico, que lidera un gobierno con una ala radical formada por los ultranacionalistas de SNS, aprovechó su mensaje para criticar a las “grandes democracias que imponen una única opinión considerada políticamente correcta” y defender el papel de Eslovaquia como nación pequeña que acata la legislación internacional y que, sin embargo, expresa su opinión sobre cualquier Estado, por grande que sea.
En su mensaje, difundido tres días antes de las elecciones europeas, Fico acusa a Occidente de “etiquetar como prorruso y marginalizar internacionalmente” a quien no comparta la postura de la OTAN y la UE sobre Ucrania. Como recuerda, Eslovaquia decidió retirar la ayuda militar y aboga por una paz que en Occidente se ve como una capitulación a Rusia.
Fico enumeró una serie de “cosas absurdas” que a su juicio ocurrieron después de que formase Gobierno, tras las elecciones del 30 de septiembre. Entre ellas la expulsión de su partido del grupo de los socialdemócratas europeos (S&D) por su “postura sobre la guerra en Ucrania y otras razones éticas”. El partido de Fico, Smer, se autodenomina socialdemócrata pero defiende posturas misóginas, xenófobas y homófobas.
En su crítica a la oposición, el primer ministro sostuvo que “la oposición no respeta el resultado de las elecciones democráticas parlamentarias ni a las autoridades” y cuestionó a las grandes democracias y a las instituciones internacionales por permitírselo.
Al finalizar su mensaje, Fico se proclamó libre de odio y expresó su esperanza de que el dolor que ha sufrido pueda derivar en algo positivo. “La gente ha podido ver con sus propios ojos el horror que puede ocurrir cuando alguien no es capaz de competir democráticamente y respetar la opinión de los otros”, dijo, al tiempo que admitía: “Yo no soy un ángel político. Puedo ser duro. Incluso los gobiernos que he liderado no han sido perfectos”. Además, advirtió a la oposición de que si sigue por el mismo camino, “el horror del 15 de mayo seguirá y habrá más víctimas”.