El presidente ruso, Vladimir Putin, aprovechó el escenario del principal foro económico anual de Rusia, celebrado en San Petersburgo, para abordar temas de importancia global. Según los informes, se reunió con los editores de varias agencias de noticias internacionales durante el evento.
Putin comenzó su intervención abordando cómo podrían cambiar las relaciones bilaterales entre Rusia y Estados Unidos si Donald Trump volviera a ocupar la Casa Blanca. Sin embargo, el tema de la guerra en Ucrania también dominó gran parte de la discusión.
El presidente ruso afirmó que las pérdidas rusas en Ucrania fueron «varias veces menores» que las ucranianas. Sus palabras fueron: «La estimación de 50.000 pérdidas ucranianas por mes es muy conservadora». Además, reveló que Rusia tiene actualmente en su poder a 6.465 prisioneros de guerra ucranianos, mientras que hay 1.348 militares rusos capturados por Ucrania.
En este contexto, Putin afirmó que «nuestras pérdidas, especialmente las irrecuperables, son varias veces inferiores a las de la parte contraria». Esta declaración se refiere a las bajas mortales, en las que también señaló que la proporción es de 1 a 5.
Sin embargo, Putin no proporcionó cifras específicas de las bajas rusas en términos de muertos y heridos. Dicha información es objeto de especulación, ya que tanto Ucrania como varios analistas militares occidentales creen que las bajas rusas son significativamente más altas que las ucranianas.
En relación con las entregas de armas occidentales a Ucrania, Putin calificó esta acción como un «paso muy peligroso», especialmente si quienes las envían también «controlan» su uso. Según él, «entregar armas a una zona de guerra siempre es malo. Más aún si quienes las entregan, no sólo entregan armas sino que también las controlan. Ese es un paso muy serio y muy peligroso».
En cuanto a las relaciones con Alemania, Putin advirtió sobre las consecuencias de enviar misiles Taurus que podrían atacar objetivos en territorio ruso. Según él, esta acción «destruiría definitivamente» las relaciones ruso-alemanas.
También criticó al actual gobierno alemán, al que acusó de «no defender los intereses de Alemania». Según Putin, Alemania no es totalmente soberana, pero los alemanes existen y deberían pensar al menos un poco en sus intereses. Argumentó que Berlín es dependiente en temas de defensa y seguridad en general, y señaló su dependencia en la esfera de la política.
Además, Putin expresó su insatisfacción con la tibia reacción de Alemania tras el sabotaje de los gasoductos rusos Nord Stream en el mar Báltico, señalando que «nadie se indigna siquiera, como si esto fuera algo normal».
Por otra parte, Alemania ha suministrado a Ucrania lanzamisiles Mars, Panzerhaubitze 2000 o baterías Patriot, pero el canciller alemán, Olaf Scholz, se ha negado a entregar a Kiev misiles de largo alcance Taurus, precisamente por miedo a que puedan ser utilizados para atacar objetivos dentro de Rusia.
Rusia ha advertido contra esta posibilidad y ha denunciado que esto implicaría una escalada «impredecible» del conflicto. Mientras tanto, varios países de la OTAN han defendido la necesidad de permitir a Ucrania el uso de las armas suministradas por Occidente para atacar objetivos militares en territorio ruso desde donde ese país lleva a cabo su ofensiva contra la ciudad fronteriza de Jrkiv.