El caso de Maddie McCann ha capturado la atención mundial durante más de una década. Lo que comenzó como una misteriosa desaparición se ha convertido en una saga criminal que involucra a una serie de sospechosos, el más reciente de los cuales es el alemán Christian Breckner. Breckner, que ya está en prisión por un delito de drogas, se enfrenta ahora a más acusaciones, esta vez de violación y abuso sexual.
Aunque estas acusaciones no están directamente relacionadas con el caso de Maddie, han contribuido a pintar un retrato inquietante de un hombre que ha sido descrito por sus propios allegados como un «criminal de raza». Se dice que Breckner es impasible en el tribunal, sin mostrar remordimiento ni empatía por sus víctimas.
Una de las víctimas, una mujer irlandesa de 40 años, ofreció un testimonio desgarrador de su encuentro con Breckner. Según ella, Breckner entró en su habitación por el balcón y la despertó, amenazándola con matarla si gritaba. La ató y la violó varias veces, grabando parte de la agresión. Identificó a Breckner por sus ojos y por una «mancha oscura» en su pierna.
Sin embargo, a pesar de este testimonio, las autoridades portuguesas no pudieron hacer nada para llevar a Breckner ante la justicia. El caso se ha complicado aún más con la desaparición de las cintas de vídeo que documentan los abusos. Según un testigo, estas cintas muestran a Breckner abusando de dos víctimas más, una de las cuales era una mujer de entre 70 y 80 años.
Este último detalle es particularmente inquietante, ya que sugiere que Breckner es capaz de violencia extrema. Según el testigo, la cinta muestra a Breckner sentado en la cama de la anciana, quitándose la máscara y presionando una almohada sobre su cabeza.
El segundo vídeo supuestamente muestra a Breckner abusando de una niña de 14 años. La chica reconoce a Breckner y le dice: «Christian sabes lo que es esto? Esto es una violación». La cinta muestra a Breckner golpeando y azotando a la chica hasta que ella accede a practicarle sexo oral.
Estos abusos ocurrieron en Portugal entre finales de 2000 y la primavera de 2006, un período durante el cual Breckner también es sospechoso de cometer abusos sexuales contra al menos dos menores. Fue en este mismo período cuando desapareció Madeleine McCann, la niña británica cuyo caso conmocionó al mundo.
A pesar de la naturaleza incriminatoria de estos vídeos, su paradero actual es desconocido. Según un testigo, las cintas desaparecieron después de que Breckner fuera enviado a prisión por robo de gasóleo en 2006. Aunque este testigo afirma haber mostrado extractos de las cintas a un conocido, no se sabe dónde están ahora.
En el juicio contra Breckner, también se han presentado detalles de su trato con las mujeres. Según el testimonio de una ex novia, Breckner la amenazó de muerte después de que rompieron. Este testimonio se suma a la larga lista de delitos de Breckner, que incluyen robo agravado, abuso de menores, distribución de pornografía infantil y violaciones.
Madeleine McCann desapareció de su cama en un hotel en Praia da Luz, en el sur de Portugal, el 3 de mayo de 2007. La búsqueda de McCann ha sido incesante, con recompensas millonarias ofrecidas por cualquier pista que conduzca a su paradero. Figuras públicas como el Papa, el futbolista David Beckham y la escritora Joanne K. Rowling han hecho llamamientos públicos para encontrar a Maddie.
La Fiscala de Braunschweig y la Oficina Federal de Policía Criminal han estado investigando a Breckner por sospecha de secuestro y asesinato. Su nombre apareció por sorpresa a principios de junio de 2020 en un programa de televisión, causando un gran revuelo.
Breckner tiene un historial delictivo que se remonta a 1992, cuando fue acusado de robo agravado a la edad de 16 años. Desde entonces, ha acumulado una serie de delitos, incluyendo lesiones corporales, conducción en estado de embriaguez o sin carnet, acoso sexual, abuso de menores, drogas, distribución de pornografía infantil y violaciones. A pesar de su largo historial delictivo, Breckner ha logrado evadir la justicia en numerosas ocasiones, dejando un rastro de víctimas a su paso.