Como entusiastas de los experimentos automovilísticos, nos fascina analizar, comprender y descubrir nuevas formas de manipular las capacidades de nuestros vehículos. Sin embargo, siempre sugerimos que estos experimentos sean realizados por profesionales y no en el garaje de nuestras casas, para evitar poner en riesgo la vida útil de nuestros preciados vehículos.
En el mundo del motor, ganar potencia en nuestro coche es un deseo que a muchos nos ha cruzado la mente en más de una ocasión. Esta curiosidad y ambición es la razón detrás del éxito de reprogramaciones y modificaciones mecánicas. Pero, ¿a qué precio estamos dispuestos a pagar por ganar algo de potencia en nuestros coches?
La ganancia de potencia puede ser obtenida de varias formas, pero la más sencilla, y que no requiere un gran desembolso económico, puede poner en riesgo el motor de nuestro coche. El experimento que nos ocupa hoy es justamente uno que se refiere a ganar potencia en el motor de nuestro coche mediante la manipulación del nivel de aceite en nuestro motor.
Lake Speed Jr, apodado «The Motor Oil Geek» y Ben Strader de la EFI University, decidieron investigar qué sucede cuando se manipula la cantidad de aceite en un motor. Su objetivo era entender la relación entre el nivel de aceite en el motor y su rendimiento.
Para llevar a cabo su experimento, utilizaron un motor small-block de Chevrolet, un V8 LS, y midieron su rendimiento de manera rigurosa. El motor, que funcionaba perfectamente, fue suministrado con 10,41 litros de un aceite 15W 40, que se ajustaba a las especificaciones recomendadas.
La primera pregunta que se hicieron fue: ¿qué sucede si reducimos a la mitad la cantidad de aceite en el motor? Los resultados del experimento fueron sorprendentes. Al aumentar la presión del acelerador, y por ende, el régimen del motor, la presión del aceite comenzó a caer a niveles alarmantes. Sin embargo, a altos regímenes, la potencia del motor incrementó en comparación a la potencia esperada con un nivel de aceite adecuado.
El siguiente paso fue agregar aceite al motor, primero llenaron el motor con casi dos litros de aceite adicionales y luego con otros dos litros más, hasta alcanzar un total de 8,52 litros. A medida que la cantidad de aceite en el motor se acercaba a los niveles recomendados, la potencia del motor comenzó a disminuir, pero la presión del aceite se estabilizó, especialmente a regímenes medios y altos.
La diferencia entre 4,73 litros y 8,52 litros de aceite resultó ser de exactamente 61 CV. Pasar de 658 a 597 CV a 7.500 rpm, no es una diferencia insignificante. La reducción de la lubricación permitió una mayor entrega de potencia en el motor, especialmente a regímenes altos.
Pero, ¿vale la pena el riesgo? El costo de llevar al límite la lubricación de un motor es muy elevado y puede tener consecuencias graves. Al aumentar las fricciones entre los componentes del motor, se acelera su desgaste, y ese extra de potencia, sin lugar a dudas, acortará la vida útil del motor. En última instancia, podría provocar una avería catastrófica que acabe por destruirlo por completo.
Entonces, aunque resulte tentador experimentar con nuestros vehículos para obtener un extra de potencia, es crucial recordar que estos experimentos pueden tener consecuencias graves. Siempre es aconsejable buscar el asesoramiento de expertos antes de realizar cualquier tipo de modificación en nuestros vehículos.