El mundo de la automoción y el automovilismo está en constante cambio y evolución. Recientemente, dos figuras importantes en esta industria, Mark Reuss, el presidente de General Motors, y Mark Rushbrook, el jefe de Ford Performance, han estado en conversaciones a través de las redes sociales, donde se ha planteado la posibilidad de una futura competencia entre ambos en la Fórmula 1.
Ford ya ha establecido su presencia en la Fórmula 1 a través de su asociación con Red Bull. Por otro lado, General Motors espera hacer su entrada bajo la marca Cadillac, gracias a la posible inclusión de Andretti Global en la categoría. En este contexto de nuevos desafíos para ambos fabricantes, Reuss extendió una invitación a Rushbrook para unirse a la IndyCar, debido a sus conexiones con Team Penske en la NASCAR.
Rushbrook también ha estado trabajando junto a Red Bull en el desarrollo de un motor V6 turbo híbrido. Este tipo de tecnología es cada vez más relevante en el mundo del automovilismo, ya que muchos fabricantes están buscando formas de hacer sus vehículos más eficientes y respetuosos con el medio ambiente.
La administración anterior de Ford Performance, liderada por Dave Pericak, no mostró interés en regresar a la IndyCar. La política de Ford en ese momento era competir solo en eventos donde los modelos comerciales del fabricante fueran visibles. Sin embargo, con Rushbrook al frente, esta filosofía ha cambiado de manera radical.
Ahora, Ford se dirige hacia la Fórmula 1, donde el Mustang es uno de los modelos más reconocidos en el mundo, gracias a su participación en la NASCAR, IMSA, WEC y Supercars, entre otras series. Además, no podemos olvidar la presencia del Puma Rally1 en el WRC.
La rivalidad entre Ford y General Motors es histórica en Estados Unidos, debido a lo que han representado ambas marcas para la industria automovilística y el mercado comercial mundial. Sin embargo, Rushbrook y Reuss parecen conscientes de que necesitan trabajar juntos para avanzar en todos los aspectos. Ambas marcas ya compiten en la IMSA, NASCAR y Supercars, con el Mustang enfrentándose al Camaro y al Corvette de GM.
En lo que respecta a la Fórmula 1, el panorama es muy diferente. Como proveedores de unidades de potencia, ambos fabricantes no tienen trayectoria en la categoría, lo que hace que el futuro sea incierto. No obstante, Ford tiene cierta ventaja, ya que sus motores fueron preparados por Cosworth en el pasado, aunque las especificaciones de estos motores no sean las mismas.
La situación de Andretti Global aún está por resolverse, con el Congreso de los Estados Unidos interviniendo en el caso. Mientras tanto, ante la invitación pública de Rushbrook para que GM se una a la Fórmula 1 con sus propios motores, Reuss respondió que en la IndyCar hay espacio para Ford.
En la IndyCar, están a la espera de un tercer proveedor que contribuya con la serie estadounidense de monoplazas. Esto aliviaría la carga de trabajo tanto de Chevrolet como de Honda. La configuración de motores híbridos que entrará en vigencia a partir de esta temporada podría ser una buena razón para un regreso de Ford, que se retiró en 2006 cuando la IndyCar era conocida como Champ Car World Series. Por su parte, Cosworth retiró definitivamente su parque de motores al finalizar la temporada 2008.