El próximo 3 de junio se presenta de una manera distinta a años anteriores. Recientemente, la brutalidad del lesbicidio a Pamela, Roxana y Andrea ha conmocionado a diferentes sectores, incluyendo al movimiento de mujeres y la diversidad sexual, a pesar de la limitada cobertura mediática que recibió el caso inmediatamente después de suceder. En particular, este caso adquiere gravedad en un momento en que el Gobierno de La Libertad Avanza fomenta y difunde discursos antifeministas y misóginos, como denunció nuestra compañera Andrea D’Atri.
Por un lado, está el grupo que se moviliza para exigir justicia, como lo hicimos decenas de agrupaciones y activistas, y por otro lado, aquellos que promueven la discriminación y permanecen impasibles ante crímenes atroces, como lo expresó nuestro compañero diputado del Frente de Izquierda, Christian Castillo, en una sesión en el Congreso Nacional. También nos movilizaremos en contra de los femicidios. Recientemente, la violencia patriarcal se cobró la vida de Erica Torres, bibliotecaria de la Escuela 266 de la provincia del Chaco y de Mariel Jiménez, en la Ciudad de Buenos Aires del barrio Villa Lugano.
Detrás del caso de las lesbianas en Barracas, se encuentra también una situación de precariedad, ya que la economía ya no puede soportar más recortes. Vivían en una pensión, en condiciones de vivienda frágiles, y actualmente son varias las organizaciones que están apoyando a Sofía, que luchó por su vida después de ser hospitalizada, para que pueda conseguir una vivienda en condiciones adecuadas. Esta es una situación que atraviesa la vida de millones de familias en el país y que golpea con más fuerza a las mujeres víctimas de violencia que deben recurrir incluso a la toma de tierras en condiciones ultra precarias y sufrir la violencia de los desalojos que realiza la policía, como ocurrió en Guernica. Allí, ellas continúan organizadas por su derecho a una vivienda.
Esta es la realidad para las mujeres y la diversidad sexual en la ciudad más rica del país. En todo el país, los ajustes golpean con salarios de miseria y por eso en la provincia de Misiones, la docencia y las trabajadoras de la salud, sectores de trabajo feminizados, han estado luchando con huelgas, movilizaciones y acampes durante semanas. La victoria de su lucha también será una bandera este 3J.
Este 3J también es distinto porque al cierre de este artículo, los senadores y senadoras que no tienen pudor para aumentarse la dieta a 8 millones de pesos, buscan cerrar el dictamen para que se trate en el Senado la Ley Bases. Esto ocurre en un momento de crisis e inestabilidad del Gobierno. Han pasado apenas seis meses desde que Milei asumió el poder y, además de la frágil situación económica y social, todos los días hay un nuevo espectáculo en las redes sociales que no es más que la manifestación de las disputas internas del oficialismo, que evidencian sus debilidades políticas.
El proyecto que buscan aprobar junto al PRO, UCR, CC y peronistas de algunas provincias, es un paquete de medidas contra el pueblo trabajador y, en particular, con graves ataques a los derechos de las mujeres. Para mencionar algunos de los más destacados por su magnitud: la derogación de la moratoria que actualmente, y con las limitaciones que tiene, permite a las mujeres jubilarse ya que solamente 1 de cada 10 cuenta con los aportes para hacerlo. Porque en nuestro país existe el trabajo no registrado, y las tareas en el hogar o de cuidado no son consideradas trabajo. Ana María es jubilada y te cuenta por qué se organiza y se moviliza. Como dijo nuestra compañera Myriam Bregman, “Si alguna vez dijimos «si nos tocan a una, nos tocan a todas», este es el momento de hacerlo valer”. Otro punto clave es la eliminación del monotributo social que afecta a los sectores más informales como quienes forman parte de las organizaciones sociales en los barrios populares, las jóvenes así como también a las gestiones obreras que no ven un peso de ayuda de ningún gobierno y lo poco que recibían también se lo quitarán.
A pesar de la ofensiva, también hay respuestas frente a los ataques, tanto por los despidos como por los salarios: acciones, huelgas y movilizaciones de los y las tercerizadas de GPS-Aerolíneas Argentinas, de los obreros de FATE que cuentan con el apoyo de sus familias, del INCAA, de los y las estatales, de las docentes universitarias, de las trabajadoras de las gestiones obreras como MadyGraf, entre otros conflictos. También continúan organizadas las asambleas barriales que fueron el primer actor político en salir a la calle junto al sindicalismo combativo, la izquierda y las organizaciones feministas independientes de los partidos tradicionales. Esos sectores vienen de organizar un Encuentro de luchadores y luchadoras el pasado sábado donde miles expusieron su situación y debatieron en comisiones cómo hacer para derrotar las medidas de ajuste de Milei, el FMI y los gobernadores.
La política de las direcciones de las centrales sindicales y la mayoría de los gremios es especular en función de sus intereses de casta, tal o cual norma en la Ley Bases, y con suerte, acompañar con alguna medida aislada la organización de las bases que salen a luchar. Frente a eso, también en la Comisión de Mujeres y Diversidad del Encuentro mencionado anteriormente, los asistentes votaron exigir un paro activo y movilización nacional de la CGT y las CTAs el día que se trate la Ley Bases en el Senado. Y que el plan de lucha continúe con un paro con movilización nacional de 36 horas.
Esperamos que nuestro día de lucha se convierta en una primera parada para convocar a más compañeras y compañeros a estar organizados, a debatir en cada lugar de trabajo, de estudio, en cada barrio. No tenemos tiempo que perder: si nuestro movimiento fue vanguardia en la conquista de derechos, ahora tiene el desafío de estar al frente por nosotros y por todo el pueblo trabajador. No va más que nos digan que hay que esperar a lo que decidan funcionarios y políticos como buscan sectores del peronismo y kirchnerismo mientras hunden a las mayorías en la miseria. Lo que se pierde hoy no se recupera en año electoral, desde la dictadura a esta parte venimos viendo el deterioro en nuestras condiciones de vida. En el camino de aportar a la construcción de una fuerza social que proponga un programa alternativo de salida la crisis, es que Pan y Rosas suma su granito de arena en cada lucha, en cada debate. El 3J, nos vemos en las calles, y te invitamos a movilizarte con nosotros.
Si eres de la Ciudad de Buenos Aires: ponte en contacto y organízate con el PTS en el Frente de Izquierda o con Pan y Rosas en tu trabajo, lugar de estudio o barrio.