La persistente sequía en la región de Monte Patria en Chile, a pesar de las recientes lluvias, ha desencadenado una serie de efectos tanto en la producción como en la economía. Una de las consecuencias más notables es el desempleo de los trabajadores temporeros debido a la disminución de la superficie de cultivo que genera una menor demanda de empleo, especialmente en la agricultura de frutales.
Héctor Albornoz, trabajador agrícola y tesorero del Sindicato de Temporeros y Temporeras del Limarí “Sin Temor”, señala que la crisis hídrica ha llevado al cierre de campos y a una reducción en la duración de las temporadas de cosecha. La temporada de uva, por ejemplo, es más corta este año, mientras que la temporada de mandarina se está retrasando en su inicio y probablemente también será más corta. Albornoz explica, «La temporada de mandarina duraba tres meses, pero ahora va durar solo un mes porque no hay tanto cultivo, entonces las empresas necesitan menos gente, y ya hay mucha gente cesante».
La falta de trabajo en la agricultura ha llevado a muchos trabajadores desempleados a buscar otras oportunidades de empleo en otras partes del país. Albornoz señala que muchos están recurriendo a otros tipos de trabajo, como la construcción, o incluso se están capacitando para trabajar en las minas en el norte del país, donde hay más oportunidades.
La sequía ha golpeado fuertemente a Monte Patria, una comunidad que depende en gran medida de la agricultura. Albornoz señala: “Desde hace muchos años que en Monte Patria se instalaron las empresas de cultivos, entonces la mayoría de la gente somos trabajadores agrícolas, y al no haber agua, los primeros afectados somos nosotros, porque quedamos sin nuestra fuente laboral».
En respuesta a esta crisis, el sindicato ha creado un departamento de cesantes, que cuenta con cerca de 100 miembros hasta la fecha. El objetivo es organizarse y gestionar apoyos y soluciones con las autoridades. Albornoz explica, «El domingo creamos el primer departamento de cesantes en la comuna de Monte Patria, que nace bajo el alero del sindicato… Hemos elaborado un listado con el nombre de todas estas personas, y queremos hacerlo llegar a las autoridades comunales y regionales…».
El sindicato espera establecer una mesa de trabajo con las autoridades para abordar la situación y buscar soluciones. Albornoz añade, «nos gustaría conseguir alguna ayuda económica, sabiendo que el invierno va estar más duro. También nos gustaría gestionar capacitaciones para los temporeros, para que ellos puedan buscar otras opciones de trabajo».
El sindicato planea una reunión en las próximas dos semanas, a la que esperan invitar a varias autoridades. «El llamado es que puedan ayudarnos», concluye Albornoz.
El Seremi del Trabajo, Francisco Brizuela, aseguró que se reunirán pronto con el sindicato para gestionar los apoyos correspondientes. Brizuela declara, «Vamos a reunirnos para analizar algunas alternativas que permita acceder a herramientas de capacitación y reconversión laboral para sobrellevar esta compleja situación. Por medio del Sence estamos trabajando con las OMIL para coordinar acciones que nos permitan enfrentar las consecuencias de la emergencia hídrica en la zona».
La sequía en Monte Patria es un claro ejemplo de cómo los impactos del cambio climático pueden tener efectos profundos y de largo alcance en las economías locales y en la vida de las personas. Mientras los trabajadores agrícolas luchan por encontrar nuevas vías de empleo, la comunidad en general se ve obligada a buscar nuevas formas de adaptarse a su realidad cambiante.