En una victoria histórica, Claudia Sheinbaum se ha convertido en la primera mujer en ocupar el cargo de presidenta en México, superando a sus competidores con una ventaja de 30 puntos y cosechando 38 millones de votos. Esta victoria la convierte en la mandataria más votada de la historia del país. Sheinbaum, una destacada figura del partido del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), ha basado su popularidad en programas sociales y subsidios de 10,000 millones de dólares anuales, que han beneficiado principalmente a las clases más populares.
La ex jefa de gobierno de la Ciudad de México ha hecho historia no solo en su país, sino también en la región de América del Norte, al convertirse en la primera mujer que preside uno de los grandes países, superando a los Estados Unidos y Canadá. Con más del 85% de los votos contados, Sheinbaum obtuvo el 58,8% de los apoyos, mientras que su principal rival, la candidata del centroderecha Xóchitl Gálvez, obtuvo solo el 28,13%. El tercer candidato, el centrista Jorge Álvarez Máynez, se quedó con el 10,5% de los sufragios.
El triunfo de Sheinbaum marca un hito en la lucha por la igualdad de género en México. Ella asumirá el cargo de presidenta 70 años después de que la primera mujer mexicana alcanzara un escaño en el Parlamento. A finales del siglo pasado, los hombres ocupaban el 90% de los escaños en el Parlamento, pero ahora disfruta de paridad.
La presidenta electa prometió trabajar para todos los mexicanos sin distinciones y garantizar las libertades. Aseguró que su gobierno caminará en paz y armonía, y que no será ni autoritaria ni represora. Aunque su mensaje fue conciliador, Sheinbaum elogió a AMLO, a quien describió como «un hombre excepcional y único», a pesar de las críticas de que ha violado repetidamente las leyes electorales para favorecer a su protegida.
El cambio histórico que encabeza Sheinbaum, de 61 años, pone en perspectiva el aplastante triunfo que ha cosechado la propuesta populista de AMLO. Sus partidarios tendrán la mayoría calificada de dos tercios en el Congreso y, casi con seguridad, en el Senado. Esto permitirá avanzar en reformas constitucionales para concentrar más poder y eliminar la independencia judicial, una visión que ha sido impulsada por AMLO durante su mandato.
El Plan C ideado por AMLO parece estar a punto de realizarse, ya que tanto él como Sheinbaum tienen todas las herramientas necesarias para llevarlo a cabo. Los comicios generales del domingo no solo les proporcionaron el Poder Ejecutivo, sino también el poder parlamentario en el Senado y el Congreso, y la inmensa mayoría del poder local.
La jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, considerada la segunda autoridad del país, también cayó en manos izquierdistas. Clara Brugada asumirá la jefatura tras derrotar al opositor Santiago Taboada por 13 puntos.
De las nueve gubernaturas estatales en juego, siete fueron ganadas por la coalición encabezada por el oficialista Morena (Movimiento de Regeneración Nacional), junto al Partido Verde Ecologista y el Partido del Trabajo. Solo Jalisco y Guanajuato permanecieron en manos opositoras.
La candidata opositora Gálvez admitió su derrota y expresó su preocupación por el estado de violencia que vive México. Sin embargo, señaló que confiaba en la capacidad de Sheinbaum para resolver los problemas del país.
A pesar de la derrota, la propuesta centrista del Movimiento Ciudadano y de Álvarez Máynez se reforzó en el Parlamento y en la gobernación de Jalisco.
Lamentablemente, el día de las elecciones se vio empañado por la violencia, ya que se registró el asesinato de otro candidato. Yonis Atengenes, que buscaba la Alcaldía de Santo Domingo Armenta, en Oaxaca, fue asesinado a tiros en su hogar mientras se contaban los votos.