El panorama en el baloncesto español es agitado, especialmente en el F.C. Barcelona, donde la temporada no ha sido brillante. Roger Grimau, actual entrenador del equipo, ha sido directo: «No soy idiota, la temporada no ha sido buena. Y, a partir de aquí, ya veremos qué pasa».
El cambio el pasado verano de un entrenador de renombre y alto salario como Sarunas Jasikevicius por un técnico de perfil bajo y sin experiencia en la élite como Grimau, ex alero del equipo, fue una decisión arriesgada. Sin embargo, Juan Carlos Navarro, quien tomó la decisión, la defendió con firmeza.
La primera y última temporada de Grimau al frente del Barça comenzó y terminó con una derrota ante el Real Madrid. En la primera, en septiembre en la Supercopa en Murcia, el Barça, reforzado con Facundo Campazzo, enfrentó a un Madrid casi sin cambios en su plantilla. Ahora, en junio, el 3-0 en las semifinales de la ACB es aún más doloroso.
El Barcelona, que fue eliminado en los cuartos de final contra Olympiacos y no logró clasificar para la Final Four por primera vez en cuatro años, apenas puede rescatar de su camino algunos destellos. A pesar de tener un año más de contrato, Grimau ya tiene sustitutos potenciales, entre ellos Xavi Pascual, Dimitris Itoudis y Jaka Lakovic.
El propósito de enmienda de Juan Carlos Navarro en la dirección deportiva junto a Mario Bruno Fernández fue el de españolizar la plantilla como clave de la competitividad perdida. Terminó con el costoso Nikola Mirotic y apostó por el no menos caro Willy Hernangómez, proveniente de la NBA, y por pagar la cláusula de Daro Brizuela al Unicaja, entre otros.
El Barça se despide de la temporada sin conseguir ningún título, sin llegar ni siquiera a la Final Four ni a la final de la ACB por tercera vez en 18 años. Tampoco ha ayudado la sensación de inferioridad que el equipo ha mostrado ante el Real Madrid, que será clave en los movimientos del mercado para la próxima temporada.
En el futuro, se espera que el equipo haga cambios, pero no una revolución completa. «A veces dos o tres piezas son muy importantes», admite Navarro. El futuro de algunos jugadores, como Oriol Paul, Kalinic y Ricky Rubio, es incierto. Los nombres de refuerzos ya han comenzado a sonar, incluyendo al ex madridista Juan Núñez.
Así se presenta el panorama para el F.C. Barcelona. Con una temporada decepcionante a sus espaldas, el equipo se enfrenta a un futuro incierto y a la necesidad de tomar decisiones difíciles para recuperar su competitividad. En cualquier caso, lo que está claro es que el equipo necesita un cambio, y los próximos meses serán cruciales para determinar el rumbo que tomará. Aunque no será una tarea fácil, los aficionados esperan que el Barça pueda volver a brillar en la cancha y recuperar su lugar en la élite del baloncesto español y europeo.