El Salón de Ginebra, una de las citas más importantes del calendario automovilístico europeo, ha anunciado que cierra sus puertas, marcando el fin de una era para la industria automotriz. Durante mucho tiempo, el primer martes de marzo se convirtió en un día de peregrinaje para miles de periodistas de todo el mundo que acudían a Ginebra, la ciudad del lago Lemán, para asistir al evento que durante unos días se transformaba en el epicentro de la atención mundial de la industria del automóvil.
El presente y el futuro del automóvil se daban cita en Ginebra. Era un evento en el que se presentaban las grandes novedades del sector y los fabricantes de coches rivalizaban por la atención de la prensa y los potenciales clientes. Era el gran escaparate del automóvil en Europa, junto con los bienales de París y Frankfurt, que siempre tuvieron como grandes protagonistas a las marcas francesas y alemanas respectivamente.
Sin embargo, en la última década, la situación ha cambiado de manera significativa. La industria del automóvil ha atravesado tiempos turbulentos seguidos de una gran incertidumbre sobre su futuro. La competencia de los salones de París y Munich, dominados por los fabricantes locales, ha sido uno de los factores que ha llevado a dejar de organizar el Salón de Ginebra.
El Presidente del Comité Permanente de la fundación que organiza el Salón de Ginebra, Alexandre de Senarciens, anunciaba que este salón cierra sus puertas con el evento celebrado el pasado mes de febrero. Este evento rompía con el parón de cuatro años que había vivido después de cancelarse el evento de 2020 por la crisis sanitaria.
Las razones para este cierre son varias. La incertidumbre con respecto al futuro de la industria del automóvil es uno de los argumentos esgrimidos por la organización. Del aluvión de novedades que se presentaban en el pasado, se ha pasado a tan solo 23 novedades exhibidas en el evento del pasado mes de febrero, de las cuales solo 10 eran europeas. La falta de interés de los fabricantes, que se evidenció con el evento del pasado mes de febrero, en el que solo se ocuparon 37 expositores, sería otro de los puntos clave para cesar la organización del Salón de Ginebra.
La organización apostará, en cualquier caso, por un formato diferente que pasa por realizar salones del automóvil en Oriente Próximo, apostando por las importantes inversiones que se están llevando a cabo en algunos países para atraer la atención internacional, celebrando grandes eventos deportivos y comerciales. Después de haber celebrado el Salón de Ginebra en Doha en 2023, en noviembre de 2025 se celebrará un nuevo evento en la capital catarí.
El cierre del Salón de Ginebra marca el final de una era en la industria automovilística, pero también puede ser el comienzo de una nueva. Con la industria en constante evolución y adaptándose a nuevas realidades, ¿quién sabe qué nos deparará el futuro?