El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, está presionando para la implementación de una propuesta de alto al fuego en tres fases que anunció el pasado viernes. El domingo, el portavoz de la Casa Blanca para asuntos de seguridad nacional, John Kirby, declaró que si la milicia fundamentalista palestina Hamás acepta el plan —sobre el que ya ha hablado en términos favorables—, Washington espera que Israel también lo respalde.
Según Kirby, existe la expectativa de que si Hamás aprueba la propuesta tal y como se les ha presentado, como una propuesta israelí, Israel también dará su aprobación. La conversación tuvo lugar durante una entrevista en el programa de televisión This Week de ABC News.
El viernes, Biden detalló el contenido de la propuesta, que describió como ofrecida por el Gobierno israelí del primer ministro Benjamin Netanyahu. La primera fase, de seis semanas, propone un alto al fuego temporal, durante el cual se llevaría a cabo un intercambio de cientos de presos palestinos por los rehenes israelíes más vulnerables retenidos en Gaza desde los atentados del 7 de octubre. Los rehenes incluyen a mujeres, ancianos, heridos y enfermos. Además, la ayuda humanitaria se incrementaría a 600 camiones diarios y los refugiados palestinos en la Franja podrían regresar a sus hogares.
Durante esta etapa, los negociadores acordarían los detalles para poner en marcha la segunda fase, también de seis semanas, en la que se pondría fin definitivo a la guerra y se completaría el intercambio de los rehenes restantes. Israel completaría su retirada de Gaza. La tercera fase sería la de la reconstrucción.
Sin embargo, Netanyahu pareció contradecir al líder que más le ha apoyado a lo largo de los ocho meses de guerra, al insistir en que su país no puede aceptar un fin de las hostilidades hasta que Hamás, el Movimiento de Resistencia Islámica, no quede destruido. El domingo, el asesor de política internacional del primer ministro afirmó que Israel acepta el acuerdo, aunque no considera que sea bueno para Israel y que quedan “muchos detalles por resolver”. Por su parte, el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, insistió en que su Gobierno no aceptará que Hamás continúe al frente de Gaza en ninguna etapa del proceso y estudia alternativas al grupo fundamentalista.
Por su parte, Kirby insistió en que la propuesta es israelí y que fue resultado de una intensa diplomacia con su equipo de seguridad nacional y en el Departamento de Estado. Aseguró que la propuesta ya se ha transmitido a Hamás y que están esperando una respuesta oficial. Mencionó que altos cargos de Hamás han salido públicamente a dar la bienvenida a esta propuesta.
En su discurso, Biden sostuvo que la milicia radical palestina ya no tiene la capacidad de repetir los atentados del 7 de octubre en Israel, en los que murieron al menos 1.200 personas, debido a las bajas y la destrucción sufridas en la ofensiva israelí en Gaza. Según los datos del Ministerio de Sanidad en la Franja, más de 35.000 palestinos han muerto en la guerra y la gran mayoría de los edificios se encuentran destruidos.
Kirby matizó estas afirmaciones del presidente, asegurando que no estaban diciendo que Hamás ya no tenga capacidades militares, sino que ya no tienen la capacidad militar de hacer lo que hicieron el 7 de octubre.
Las declaraciones de Kirby llegan un día después de que el secretario de Estado, Antony Blinken, mantuviera contactos telefónicos con sus homólogos en Egipto y Qatar. Los tres países han emitido este fin de semana un llamamiento conjunto a Hamás e Israel para que acepten los términos de la propuesta.
Los principios del acuerdo agrupan las demandas de todas las partes de un modo que responde a múltiples intereses y permitirá un alivio inmediato tanto para el pueblo de Gaza, que lleva tanto tiempo sufriendo, como para los rehenes y sus familias. Este acuerdo abre una hoja de ruta para un alto el fuego permanente y para poner fin a la crisis.