El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha acusado a China de ayudar a Rusia en sus intentos de «impedir» la cumbre de paz que está programada para el 15 de junio en Suiza. En una aparición sorpresa en el Diálogo de Shangri-La, el foro de seguridad más importante de Asia que se celebra anualmente en Singapur, Zelenski afirmó que Pekín está «ejerciendo presión sobre otros países», aunque no especificó cuáles, para que sus representantes no asistan a las negociaciones. Estos esfuerzos son para poner fin a más de dos años de conflicto bélico en suelo europeo.
Zelenski argumentó que la postura de China no solo apoya a Rusia, sino que también respalda fundamentalmente la guerra. Según él, Rusia está utilizando la influencia de China en la región y a los diplomáticos chinos para perturbar el desarrollo de la cumbre de paz. Zelenski criticó a China por permitir que sea utilizada por el presidente ruso, Vladímir Putin.
El líder ucranio también advirtió a Pekín de que su postura contradice sus propias reivindicaciones de soberanía e integridad territorial, haciendo referencia a Taiwán, que ha sido un tema dominante en el discurso chino en el foro.
Se esperaba que China enviara a la cumbre de paz en Suiza a representantes de su cuerpo diplomático, como ha sucedido en algunas de las reuniones anteriores en las que se han discutido las propuestas de paz ucranias. Sin embargo, el Ministerio de Relaciones Exteriores chino confirmó que el país no asistiría a la cumbre. La razón dada fue que «los preparativos de la reunión no cumplen con las condiciones de China ni con las expectativas generales de la comunidad internacional».
Pekín sostiene que cualquier conferencia internacional que busque una solución al conflicto debe contar con el respaldo tanto de Moscú como de Kiev. Además, insiste en que «todas las partes participen de manera equitativa y que todas las propuestas se debatan de forma justa y equitativa».
La conferencia sobre la paz en Ucrania se celebrará en la localidad suiza de Lucerna los días 15 y 16 de junio. Su objetivo es desarrollar el plan de paz de diez puntos de Zelenski, que exige la restauración de la integridad territorial de Ucrania a las fronteras de 1991 y la retirada de las tropas rusas, entre otras cosas.
Zelenski estuvo en el Diálogo de Shangri-La para tratar de obtener apoyo de los países asiáticos para la cumbre. Aunque asegura que 106 naciones asistirán a las conversaciones de paz, también expresó su decepción porque «algunos líderes mundiales todavía no han confirmado su participación».
El ministro de Defensa chino, Dong Jun, habló en el foro asiático unas horas antes que Zelenski. Aunque no mencionó específicamente la cumbre suiza, Dong enfatizó que su país ha estado promoviendo conversaciones de paz con una actitud responsable. También reiteró que China está «del lado de la paz y el diálogo» y «nunca ha proporcionado armas a ninguna de las partes del conflicto».
Desde el inicio de la invasión rusa, China se ha convertido en un salvavidas económico clave para Moscú. Ambos países han fortalecido su estrecha asociación estratégica y diplomática. El ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov, sugirió recientemente que China podría organizar una conferencia en la que se sentaran a negociar la parte rusa y la ucrania.
China presentó una hoja de ruta para buscar una «solución política a la crisis» en el primer aniversario de la guerra. Se trata de un documento de 12 puntos que establece principios generales para poner fin al conflicto, pero sin aportar detalles concretos. Hace dos semanas, China y Brasil firmaron una declaración conjunta en la que pedían conversaciones de paz.
El Diálogo de Shangri-La se celebra anualmente en el hotel de la misma ciudad-estado. Conocida como la «Suiza asiática» por su neutralidad, la conferencia se ha convertido en una de las más importantes del planeta a medida que el eje de la geopolítica mundial se ha desplazado hacia Asia-Pacífico. Está organizado por el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos, con sede en Londres.