El estado actual de la industria inmobiliaria en Chile deja mucho que desear, y el Presidente Gabriel Boric parece no abordar el problema de manera concreta. A pesar de las señales de crisis en el mercado residencial, Boric parece más enfocado en su Plan de Emergencia Habitacional, que pretende entregar 260.000 unidades de vivienda al final de su mandato.
La crisis inmobiliaria en Chile, que es el resultado de la disminución de la demanda en medio de una economía lenta, tasas de interés más altas y restricciones más severas de los bancos para otorgar créditos hipotecarios, no fue abordada en el discurso del Presidente durante la Cuenta Pública. La industria inmobiliaria estaba esperando un anuncio del Gobierno sobre la implementación de un beneficio tributario que fue introducido en el país en 1999, durante la crisis asiática.
Este beneficio, que estuvo en vigor entre junio de 1999 y mediados de 2001, permitió una deducción de la base imponible del impuesto global complementario por el dividendo de crédito hipotecario. Sin embargo, esto no fue mencionado por el Presidente en su discurso, ni tampoco se discutieron otras medidas para reactivar la industria.
Slaven Razmilic, director ejecutivo de la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios (ADI), expresó su preocupación por la falta de atención del Gobierno al sector inmobiliario, señalando que «vemos poco énfasis en materia de vivienda. Incluso de alcanzarse la meta del Plan de Emergencia Habitacional, a lo más llegaremos a un volumen de soluciones anuales 20% por debajo de las ejecutadas en los (años) 90, cuando las necesidades eran similares a las actuales y el presupuesto, 10 veces menor».
El impacto de las políticas gubernamentales en la industria inmobiliaria es de gran relevancia, ya que tiene un efecto directo en la economía del país y sobre la vida de millones de personas que dependen de la vivienda para su bienestar. La implementación exitosa de políticas que fomenten el crecimiento de la industria puede tener un impacto positivo en la economía, generando empleo y estimulando el crecimiento económico.
Sin embargo, si las políticas gubernamentales no se implementan correctamente o no se dirigen a resolver los problemas que enfrenta la industria, el resultado puede ser un estancamiento o incluso una disminución en el crecimiento económico. En este sentido, es esencial que el Gobierno tome medidas concretas para impulsar el mercado residencial y abordar la crisis actual.
La situación actual de la industria inmobiliaria en Chile es crítica, y requiere de medidas concretas por parte del Gobierno para su resolución. La falta de anuncios con respecto a la implementación de beneficios tributarios o medidas similares que podrían ayudar a estimular la industria es preocupante, y podría tener consecuencias negativas para la economía del país y para las personas que dependen de la industria para su sustento.
En este contexto, es esencial que el Gobierno tome medidas concretas para abordar la crisis y revitalizar la industria. La implementación de políticas que fomenten el crecimiento de la industria, como la introducción de beneficios tributarios, podría tener un impacto positivo en la economía y en la vida de las personas.
Además de implementar políticas que fomenten el crecimiento de la industria, es esencial que el Gobierno también se centre en el desarrollo de viviendas asequibles. El Plan de Emergencia Habitacional que pretende entregar 260.000 unidades de vivienda al final de su mandato es un paso en la dirección correcta, pero es necesario hacer más para garantizar que todas las personas tengan acceso a viviendas asequibles y seguras.
En resumen, la crisis actual en la industria inmobiliaria en Chile requiere una atención inmediata y medidas concretas por parte del Gobierno. Sin la implementación de políticas efectivas para revitalizar la industria y promover el desarrollo de viviendas asequibles, la crisis podría profundizarse, con consecuencias negativas para la economía del país y para las personas que dependen de la industria para su sustento.