El Ministerio de Defensa de Rusia confirmó el sábado que sus tropas continúan avanzando en la región nororiental ucraniana de Jrkiv. Esta ofensiva ha provocado que varios países de la OTAN, incluido Estados Unidos, hayan autorizado a Kiev el uso de su armamento contra objetivos en territorio ruso. El ministro de Defensa ruso, Andri Belosov, afirmó que su Ejército había tomado 28 localidades en Jrkiv durante mayo, lo que permitió un avance de entre 8 y 9 kilómetros en ese sector del frente.
La Agrupación Sver (Norte) continuó su avance entre las líneas enemigas en Jrkiv, causando bajas a las brigadas mecanizadas ucranianas en hasta seis localidades de la región. También repelieron cinco contraataques de unidades de asalto enemigas en las localidades de Vovchansk, principal bastión fronterizo, y Staritsa.
Por su parte, la Agrupación Zpad (Oeste) también mejoró sus posiciones y causó casi medio millar de bajas al enemigo en Jrkiv, según informes castrenses. Desde principios de año, el Ejército ruso controla 880 kilómetros cuadrados de territorio, según Belosov. Sin embargo, el Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW) considera que esta cifra es exagerada y estima que los soldados rusos han conquistado 752 kilómetros cuadrados en los últimos cinco meses, un tercio de ellos en el último mes.
La situación en el terreno ha llevado al secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, a asegurar que una parte del último paquete de asistencia militar aprobado por el Congreso ya ha llegado al terreno, ayudando a estabilizar el frente. Blinken habló de un fracaso de Moscú, ya que no logró su principal objetivo de provocar el pánico y el éxito masivo en la segunda ciudad ucraniana, Jrkiv.
En un giro reciente, Estados Unidos y Alemania autorizaron a Kiev para lanzar ataques en territorio ruso con el armamento suministrado por estos países de la OTAN. Esto se suma a la autorización de otros países aliados como el Reino Unido, los países bálticos y escandinavos. Sin embargo, estos ataques ucranianos deben limitarse a golpear instalaciones militares al otro lado de la frontera y no podrán emplear misiles de largo alcance contra otros objetivos.
El Kremlin ha denunciado que se está intentando atacar territorio ruso con armas de fabricación estadounidense. En respuesta a estos acontecimientos, los rusos han lanzado ataques con drones y misiles contra diversos objetivos de la infraestructura energética de Ucrania, causando daños significativos en al menos dos centrales térmicas y dos hidroeléctricas.
Estos ataques han afectado considerablemente a la capacidad de generación de electricidad en Ucrania, lo que ha llevado a las autoridades a introducir cortes de luz planificados. La empresa Ukrhydroenergo informó que se atacaron instalaciones energéticas en cinco regiones de Ucrania, incluyendo dos centrales hidroeléctricas, mientras que la empresa DTEK informó de daños en dos centrales térmicas.
El ministro de Relaciones Exteriores italiano, Antonio Tajani, reiteró su oposición a que Ucrania utilice armamento italiano para atacar territorio ruso y advirtió que deben evitarse decisiones «precipitadas». Tajani subrayó que, incluso Estados Unidos no autorizó el uso indiscriminado de sus armas contra Rusia, sino solo para atacar una base desde la que parten los drones. También afirmó que Italia enviará otro paquete de ayuda a Ucrania en las próximas «semanas», pero no enviará soldados italianos a luchar en Ucrania, ya que Italia no está en guerra con Rusia.