En un descubrimiento que podría cambiar la forma en que se combate el cáncer de páncreas, los investigadores españoles han revelado cómo las células madre de este tipo de cáncer logran evadir a las células defensivas del cuerpo: se «disfrazan» con una proteína que normalmente se utiliza para la defensa. Este hallazgo podría ser una gran promesa para mejorar la eficacia de los tratamientos basados en la inmunoterapia para el cáncer de páncreas.
Los grupos de investigación españoles han pasado décadas intentando entender este complejo mecanismo. Ahora, su descubrimiento podría permitir que los tratamientos basados en la inmunoterapia, que reorientan las defensas naturales del cuerpo hacia el tumor, sean eficaces también en el cáncer de páncreas.
Susana García-Silva, investigadora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), señaló que el desafío ahora es bloquear la proteína identificada y determinar si puede ser una terapia eficaz contra el cáncer de páncreas por sí sola o como un tratamiento combinado.
García-Silva, que forma parte del Grupo de Microambiente y Metástasis del CNIO, es coautora de este estudio, que se ha realizado utilizando modelos animales y muestras de pacientes, y se ha publicado en la revista Gut.
Los coautores del estudio incluyen a Juan Carlos López-Gil, del Instituto Ramón y Cajal de Investigación Sanitaria (IRYCIS), de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y del Instituto de Investigaciones Biomédicas Sols-Morreale (IIBM-CSIC-UAM); Bruno Sainz, del CIBERONC, del IRYCIS y del IIBM-CSIC-UAM; y Christopher Heeschen, del Candiolo Cancer Institute (IRCCS), en Italia, y ex jefe de grupo en el CNIO.
El estudio revela que la proteína que las células madre del cáncer de páncreas utilizan para protegerse de las células defensivas se llama PGLYRP1. Esta proteína pertenece a una familia de proteínas presentes en organismos tan diversos como insectos y mamíferos, lo que indica que ha sido conservada a lo largo de la evolución porque cumple un papel importante.
La función normal de PGLYRP1 es formar parte del sistema inmunitario como agente de respuesta a los ataques de bacterias. Sin embargo, las células madre del cáncer de páncreas utilizan esta proteína para «disfrazarse» de células del sistema de defensa y camuflarse entre las células que deberían destruirlas.
Según García-Silva, se sabía que las células tumorales utilizan proteínas del sistema de defensa para disfrazarse y escapar, pero el uso de una proteína con propiedades antibacterianas como estrategia de resistencia inmunológica en el cáncer no había sido descrito antes.
El papel de PGLYRP1 en el cáncer de páncreas es relevante, señala la investigadora del CNIO. Si una célula de cáncer de páncreas está sola y debe enfrentarse al sistema inmunitario, necesita esta proteína para eludirlo, crecer y generar un tumor. PGLYRP1 es importante tanto en los primeros momentos de la formación del tumor como en la formación de metástasis, otro momento en el que pocas células se enfrentan al sistema inmunitario.
Cuando se elimina PGLYRP1 de las células tumorales, el sistema inmunitario responde atacándolas, lo que impide la formación del tumor primario y la diseminación de estas células para formar metástasis, explica Sainz. Ahora, los investigadores están desarrollando terapias que sirvan para bloquear o eliminar esta proteína con la esperanza de poder combinarlas con los tratamientos actuales y atacar por otro frente a las células madre del cáncer.
El estudio en cuestión lleva por título «The Peptidoglycan Recognition Protein 1 confers immune evasive properties on pancreatic cancer stem cells» y puede encontrarse en la revista Gut.