El próximo 9 de junio, los ciudadanos españoles acudirán a las urnas para votar en las elecciones que determinarán la configuración del próximo Parlamento Europeo, un evento que, sin lugar a dudas, será interpretado también en términos de la política interna del país. Según el promedio de las encuestas disponibles, el Partido Popular se perfila como la principal fuerza política, con una intención de voto que oscila entre el 34% y el 35%. Le sigue el PSOE, que ronda el 30% de intención de voto. Detrás de estos dos grandes partidos se encuentran Vox (10%), Sumar (6%) y Podemos (3%).
Es importante mencionar que los partidos nacionalistas se presentan a estas elecciones en coaliciones. Por un lado, Ahora Repúblicas, que incluye a ERC, EH Bildu y BNG, se acerca al 4,4% de los votos. Por otro lado, la Coalición por una Europa Solidaria, que integra a PNV y CC, alcanza el 1,6% de los votos. Los independentistas de Junts tendrían alrededor del 2,4% de los votos.
Por otro lado, las encuestas también señalan la posible entrada de otra candidatura, la de Se Acabó la Fiesta (SAF), liderada por el agitador Alvise Pérez. Las proyecciones ubican a este partido por encima del 2%, lo cual es una fuerza considerable en el contexto actual. Según cálculos propios, la probabilidad de que SAF obtenga representación parlamentaria supera el 70%.
Es relevante subrayar que la traducción de votos a escaños es bastante proporcional en el caso de las elecciones al Parlamento Europeo, debido a dos características específicas de este sistema electoral. Por un lado, la circunscripción electoral es única, a diferencia de las provincias en las elecciones nacionales. Por otro lado, no se exige superar ningún umbral de votos para optar a obtener representación.
En términos de escaños, el Partido Popular rondaría los 23 asientos, con un margen de error de cuatro escaños. Le seguiría el PSOE con alrededor de 20 asientos, Vox con 6 y Sumar con 4. La entrada de Irene Montero con Podemos también parece casi segura, ya que lo logra en el 93% de las simulaciones. En contraposición, Ciudadanos, que ronda el 1% en votos, solo consigue asientos con una probabilidad del 35%.
Las tendencias actuales pueden cambiar. Se espera un alto número de votantes indecisos, ya que estas elecciones han recibido poca atención. Además, las encuestas han mostrado variaciones en las últimas semanas. El PSOE ha subido en las últimas seis semanas, pasando del 27% al 30% en intención de voto, mientras Sumar ha retrocedido un par de puntos.
En cuanto a la derecha, se ha observado un retroceso del PP, que ha bajado un par de puntos en el último mes. Esta disminución coincide con la aparición de la candidatura de Pérez Alvise, aunque los datos brutos del CIS indican que el nuevo partido absorbe, principalmente, a votantes de Vox y abstencionistas de 2023.
En la noche electoral del 9 de junio, uno de los indicadores clave a nivel nacional será el total de votos de la derecha. En las elecciones generales de 2023, la suma de los votos de PP y Vox alcanzó el 45%, una cifra que no les permitió acercarse a la mayoría. Sin embargo, las encuestas para las elecciones europeas les dan un avance, aunque relativo: suman un 48% con Ciudadanos y SAF.
En definitiva, la cota que alcance el voto de la derecha permitirá medir el balance de poder entre izquierda y derecha. A pesar de que en unas elecciones generales las fuerzas pequeñas de ámbito nacional tienen dificultades para obtener escaños, en el contexto de las elecciones europeas estos votos pueden ser determinantes. Para los populares, estos votos son más valiosos en sus manos, o en las de un socio potencial, que desperdiciados.
Metodología: Nuestro cálculo de escaños resulta de un proceso en tres pasos: 1) partimos del voto estimado por un promedio de encuestas; 2) calculamos los escaños según el método D’Hondt. Para los cálculos de probabilidades, incorporamos la incertidumbre de las encuestas teniendo en cuenta su precisión histórica; y simulamos 20.000 elecciones.