El Gran Premio de Mónaco, uno de los eventos más esperados en la Fórmula 1, ha estado en el centro de la controversia tras las propuestas de cambios para mejorar el espectáculo. Uno de los temas más discutidos fue la idea de fabricar un neumático blando especial de alta degradación, una propuesta que fue rápidamente rechazada por Mario Isola, jefe de Pirelli, el proveedor oficial de neumáticos de la Fórmula 1.
Isola argumentó que la creación de un tal compuesto no era factible, principalmente debido a la falta de un circuito similar al de Montecarlo para realizar pruebas. Además, expresó su escepticismo sobre la efectividad de tal medida para solucionar los problemas observados en la carrera del pasado domingo. Por lo tanto, la idea que surgió desde las oficinas de la Fórmula 1 fue finalmente descartada.
Según Isola, la ausencia de adelantamientos en Mónaco no está relacionada con los neumáticos, sino con otros factores como el diámetro de la pista y el tamaño de los monoplazas. Sostuvo que la sugerencia de que las detenciones en los pits podrían marcar la diferencia no era la más adecuada. Este punto de vista se vio respaldado por los eventos del mismo fin de semana, cuando la Fórmula 3 demostró que con monoplazas más pequeños, los adelantamientos son posibles y se puede observar una mayor acción en la pista.
En medio de las críticas negativas que surgieron tras la carrera del pasado fin de semana, donde el ritmo fue lento y no hubo adelantamientos entre los diez primeros, Pirelli se ha esforzado por aclarar su posición. Isola afirmó que Pirelli no puede exigir a las escuderías un mayor ritmo de carrera o que hagan más paradas en los pits. Asimismo, señaló que sería absurdo pedir a las autoridades de Mónaco que cerraran la ciudad para reconstruir el circuito con el fin de probar neumáticos.
En resumen, Isola insistió en que no existe ni el interés ni la posibilidad de diseñar y fabricar un neumático exclusivo para Mónaco, ya que el problema no radica en los compuestos. Esto quedó en evidencia cuando Max Verstappen alcanzó a George Russell pero no pudo adelantarlo.
De acuerdo a las palabras de Mario Isola, el verdadero problema radica en la dificultad de adelantar. «Tuvimos una carrera muy buena en la Fórmula 3, con coches más pequeños, con muchos adelantamientos y acción, pero la Fórmula 3 es más pequeña y puede hacerlo. Con la Fórmula 1, es muy difícil», dijo.
La discusión sobre cómo mejorar el espectáculo en el Gran Premio de Mónaco seguramente continuará. Sin embargo, está claro que cualquier cambio, ya sea en los neumáticos, el tamaño de los monoplazas o el diseño de la pista, debe ser cuidadosamente considerado y probado antes de ser implementado. A medida que la Fórmula 1 evoluciona, los organizadores, proveedores y equipos deben trabajar juntos para encontrar la mejor solución para mantener el espectáculo atractivo para los fans sin comprometer la integridad de la competición.