En otra jornada apasionante de baloncesto, el UCAM Murcia se consagró victorioso en el Martín Carpena frente al Unicaja, con un marcador de 83-101. Esta victoria no fue una hazaña pequeña, ya que contó con una actuación estelar del Rodion Kurucs, quien aportó 21 puntos y obtuvo una valoración de 27. Este triunfo coloca a UCAM Murcia en una posición privilegiada para sentenciar la eliminatoria de semifinales de la Liga Endesa en su cancha el sábado.
La victoria de UCAM Murcia llega después del triunfo de 79-88 en el primer partido, que también se jugó en el Palacio de Deportes de Málaga. Con este segundo triunfo, el equipo se coloca 2-0 en la serie y tiene ahora dos oportunidades en su casa para avanzar a la final del campeonato. Primero, el sábado a las 18.00 horas y, en caso de perder, tienen una segunda oportunidad el lunes a las 20.30 horas.
Esta es una situación difícil para el Unicaja, que ahora tiene que ganar tres partidos consecutivos si quiere optar al título. Curiosamente, el equipo malagueño fue el primer equipo en la historia de la Liga ACB que remontó un 2-0. Esto ocurrió en 2005, en los cuartos de final contra el Etosa Alicante.
El partido comenzó con un ritmo y ejecución excepcionales por parte del equipo de Sito Alonso, con un 4-9 en los primeros tres minutos de juego, gracias a un triple de Rodion Kurucs. Un bloqueo de Yannis Morin a Will Thomas demostró la confianza de los murcianos y la tensión defensiva que impusieron desde el principio, lo que provocó cinco pérdidas al equipo rival y un buen cierre en transición para poner el +9.
A pesar de estar en desventaja, el Unicaja mostró orgullo, pasión y máxima intensidad, logrando ver el aro más ancho en sus tiros y recortando la ventaja hasta el 21-25 al final del primer cuarto. El segundo cuarto no vio una disminución en la intensidad, con Unicaja tratando de acercarse en el marcador sin obsesionarse con los triples y buscando el juego físico. Fue un tiro exterior de Kendrick Perry el que finalmente igualó el partido a 3:33 del descanso (35-35).
En uno de los momentos más polémicos del partido, Dylan Osetkowski recibió una falta a su favor en una acción de rebote, tras la cual golpeó a Morin con el codo en la cara. Morin tuvo que retirarse a los vestuarios para detener el sangrado de una herida en su rostro, y provocó la ira de la grada del Carpena con sus gestos de provocación.
Antes del descanso, el Unicaja logró tomar la delantera por un punto (45-44), pero UCAM no se dejó intimidar por el intento de escapada de su rival. El tercer cuarto vio a ambos equipos intercambiando canastas difíciles y jugadas ofensivas rápidas, pero fue UCAM quien, con su energía intacta, logró minar la moral de sus oponentes y obtener una ventaja significativa (56-65, min. 25).
El Unicaja se encontraba una vez más contra las cuerdas, ahora más que nunca, llegando a perder por trece puntos (61-74). Necesitaban un punto de inflexión para el último asalto, pero nunca llegó, para desgracia de los hinchas que llenaron las gradas.
Las estadísticas del tercer cuarto de UCAM Murcia reflejan la confianza del equipo: convirtieron siete de siete en tiros de dos, cuatro de ocho en triples y cuatro de cinco en tiros libres para un total de 30 puntos. A pesar de un intento tardío de Unicaja para cerrar la brecha, que se redujo a diez puntos con cinco minutos restantes, un mate de Sant-Roos volvió a aumentar la ventaja a quince puntos.
Hacia el final del partido, con todo decidido, algunos aficionados de UCAM comenzaron a cantar «Ibon tiene un plan» en tono de mofa, lo que fue condenado por el público malagueño. Ahora, Unicaja se enfrenta a la difícil tarea de conseguir una doble victoria a domicilio para forzar un quinto partido y mantener vivas sus esperanzas de título.