El líder del Partido Laborista del Reino Unido, Keir Starmer, se encuentra en medio de una tormenta política luego de que una serie de candidatos pertenecientes al ala izquierda de su partido fueran informados de que ya no se contaban con ellos para las próximas elecciones. Esta decisión ha provocado una ola de protestas internas, evidenciando las tensiones entre las distintas facciones dentro del partido.
Starmer ha estado decidido a erradicar cualquier rastro de la era de su predecesor, Jeremy Corbyn, una táctica que ha generado malestar incluso dentro de su propio equipo. Su obsesión por eliminar cualquier vestigio de antisemitismo en su partido, un problema que fue tolerado durante la era de Corbyn, ha llevado a la expulsión de varios miembros prominentes, incluido el propio Corbyn.
Uno de los casos más notables es el de Diane Abbot, la primera mujer negra en ser elegida como miembro del Parlamento de Westminster en 1987. Abbot anunció que había sido informada por la dirección del partido que no sería candidata en su circunscripción electoral de toda la vida, Hackney North y Stoke Newington, en el norte de Londres.
Durante meses, Abbot había estado suspendida como miembro del grupo parlamentario y sujeta a investigación por unos comentarios controversiales en los que afirmó que “los judíos, los irlandeses y los gitanos [travellers, o nómadas, es como se les llama en el Reino Unido] no sufren racismo en el Reino Unido, sino que son víctimas de prejuicios”.
A pesar de que Abbot se disculpó por sus palabras, la decisión de retirarla como candidata ha sido criticada por altos funcionarios del partido, incluido el alcalde de Londres, Sadiq Khan, y la número dos del partido, Angela Rayner. A pesar de las protestas, Starmer y su equipo han mantenido su posición.
Paralelamente, otros dos candidatos también fueron reemplazados. Faiza Shaheen, una economista especializada en estudios sobre desigualdad, fue expedientada por dar «me gusta» a una serie de tuits que sugerían que cualquier crítica a Israel era contestada de inmediato por grupos de presión judíos. Aunque también se disculpó, para ella también fue demasiado tarde.
Además de Shaheen, Lloyd Russell-Moyle también fue apartado de la lista de candidatos. Russell-Moyle está siendo investigado por una serie de quejas internas contra su actitud, ocurridas hace ocho años. El exdiputado es parte del Grupo por una Campaña Socialista, una corriente interna del ala izquierda del laborismo.
Estos cambios han llevado a acusaciones de que Starmer está realizando una “purga” de candidatos con el objetivo de presentar un Partido Laborista más moderado, similar al Nuevo Laborismo que llevó a Tony Blair a una victoria aplastante en 1997.
La corriente interna Momentum, que fue fundamental para impulsar a Corbyn al liderazgo, ha sido una de las voces más críticas contra Starmer y su equipo. En un comunicado, acusaron a Starmer de estar más interesado en purgar de las listas a una mujer musulmana que en mostrar unidad para derrotar al conservador Ian Duncan-Smith.
Estos eventos han agudizado las tensiones dentro del Partido Laborista, amenazando con profundizar las divisiones y posiblemente afectar su desempeño en las próximas elecciones generales.