Una investigación reciente ha revelado que la ausencia de una molécula conocida como EphB3 en ratones previene la pérdida de masa ósea comúnmente asociada con enfermedades osteodegenerativas como la osteoporosis. Esta condición afecta a más de 200 millones de personas en todo el mundo.
El estudio, publicado en el Journal of Bone and Mineral Research, señala que la ausencia de esta molécula se traduce en una mayor capacidad para generar células formadoras de hueso frente a aquellas que lo degradan. Esta capacidad podría ser aprovechada para desarrollar nuevas terapias que mejoren la calidad de vida de quienes padecen osteoporosis y otras enfermedades óseas.
El profesor David Alfaro, del Departamento de Biología Celular de la UCM, explica que los resultados del estudio sugieren que EphB3 podría convertirse en una molécula clave en el desarrollo de estas terapias.
El funcionamiento esencial del mecanismo se basa en la señalización vía EphB3 en las células madre mesenquimales (MSCs). Estas células son responsables, entre otras funciones, de la formación de células osteogénicas. Cuando no hay señalización vía EphB3 en las MSCs, aumenta la expresión de algunos genes que promueven la formación de hueso, mientras que otros que la inhiben se reducen.
Las MSCs pueden convertirse en nuevas células especializadas en un proceso denominado diferenciación. Entre las células nuevas en las que pueden especializarse están los osteoblastos, que son células formadoras de hueso u osteogénicas.
Los investigadores han patentado un método para potenciar la diferenciación de MSCs en células formadoras de hueso y poder aplicarlo en un futuro en patologías con déficit óseo.
Para llevar a cabo el estudio, los investigadores realizaron estudios in vitro para analizar la capacidad de diferenciación de las MSCs de ratones que carecen del receptor EphB3. Una vez demostrada la mayor capacidad de estas MSCs para formar grandes cantidades de células óseas in vitro, decidieron analizar lo que ocurría en una situación más parecida a la que sucede en nuestro organismo.
Escogieron la osteoporosis y desarrollaron dos modelos animales en los que analizaron el efecto de la molécula. Uno de los modelos se basó en el tratamiento prolongado con glucocorticoides, y el otro emuló la principal causa de osteoporosis en mujeres: el descenso de los niveles de estrógenos asociado a la menopausia.
En ambos modelos, los expertos demostraron que los ratones que carecían del receptor EphB3 no mostraban la pérdida de masa ósea que caracteriza a la osteoporosis y sus huesos permanecían completamente sanos, a pesar de haberles inducido la enfermedad.
Los investigadores están llevando a cabo ensayos de terapia celular con MSCs y están obteniendo resultados muy prometedores que podrían trasladarse al ámbito clínico. Además, han desarrollado un modelo animal de fractura ósea para comprobar la validez de la hipótesis y ampliar así el espectro de aplicación de estos resultados.
El director del grupo de investigación en la UCM, Agustín Zapata, avanza que los resultados obtenidos hasta ahora son muy prometedores. «Hemos demostrado que la falta de EphB3 en ratones les protege de la pérdida de masa ósea asociada a la osteoporosis, y ahora estamos investigando cómo podríamos aplicar este hallazgo en la práctica clínica», concluye.
La referencia bibliográfica del estudio es The lack of EphB3 receptor prevents bone loss in mouse models of osteoporosis. J Bone Miner Res. 2024 May 13:zjae075. doi: 10.1093/jbmr/zjae075. Epub ahead of print. PMID: 38739682.