Mustafá Barguti, médico y político palestino, habla con una mirada en el pasado sobre su tierra allá en 1967, un año que recientemente fue mencionado por el presidente Pedro Sánchez al reconocer el Estado de Palestina. Barguti, quien este año cumple 70, recuerda un pueblo ya ocupado por los israelíes y una nación que había perdido a cientos de miles de personas desde la declaración del Estado de Israel a finales de los años cuarenta. «Me di cuenta de que otros no resolverían nuestros problemas», afirma durante su visita en Madrid, donde fue invitado por el Instituto Novact.
Junto al filósofo Edward Said, Barguti fundó a comienzos de siglo la Iniciativa Nacional Palestina, formación bajo la que quedó segundo en las presidenciales de 2005, por detrás de Mahmud Abbas, líder de Al Fatah y actual presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP). Dos años después, Barguti ocuparía el Ministerio de Información.
Al preguntarle cómo afecta el reconocimiento del Estado de Palestina a la identidad de su pueblo, Barguti opina: «El reconocimiento no nos da la identidad; la identidad nos dio el reconocimiento de 146 países. Es un paso moral importante, también psicológico, porque significa que no estamos solos.»
Barguti sueña y trabaja por un Estado palestino que sea democrático y con derechos iguales para todos. «Donde no haya discriminación por religión, nacionalidad o etnia; donde las personas tengan igualdad de oportunidades. Un país que prosperará porque tiene gente muy talentosa. Lo que necesitamos es libertad. Depende de los israelíes si es un Estado o dos.»
Barguti defiende la idea de un Estado, incluso cuando parece imposible pensar en dos. «Algunos me dicen que los israelíes nunca aceptarán un Estado democrático. Y mi respuesta es que no aceptan tampoco la solución de dos Estados.»
Al preguntarle sobre la ANP, Barguti comenta que es una estructura que carece de democracia y que necesita ser reformada. «La reforma de la gobernanza significa el derecho del pueblo palestino a tener líderes elegidos democráticamente.»
Barguti, al reflexionar sobre la actual guerra, dice: «Nunca hemos visto algo tan bárbaro, tan drástico, tan cruel y tan criminal. Ni en el 67, ni en el 48. Esta es la guerra más cruel jamás realizada. Y el objetivo es la población civil.»
Sobre la superación del conflicto, Barguti afirma que llevará tiempo. «Pero no seremos rehenes del hecho de ser víctimas. Somos víctimas, pero no nos quedaremos en ese rincón. Tendremos que encontrar soluciones para que no vuelvan a ocurrir más ataques como este; para que no mueran más palestinos, y para que no haya más genocidios.»
Finalmente, Barguti propone sanciones militares y económicas contra Israel. «Es inaceptable que cualquier país proporcione equipo militar o lo compre a un país que está cometiendo genocidio. Además, la UE debe suspender el acuerdo de asociación con Israel. Pueden hacerlo porque es vergonzoso que sigan apoyando al establishment israelí, que está cometiendo crímenes de guerra.»