El Gobierno de Milei provoca deliberadamente una crisis para intentar retomar el control.

EL PAÍS

El gobierno ultraderechista de Javier Milei se encuentra en una etapa de reorganización y cambios tras una crisis autoinfligida que culminó con el despido del jefe del Gabinete de ministros. A pesar de las tensiones internas y los desafíos políticos y económicos que enfrenta la administración, el gobierno intenta mostrar una imagen de actividad y renovación. La reciente admisión de más cambios en el gobierno parece confirmar esta intención de cambio.

Mientras Milei se encuentra de gira por los Estados Unidos, su cuarto viaje a este país en menos de seis meses, Guillermo Francos asume el cargo del despedido Nicolás Posse. El Ministerio del Interior, anteriormente liderado por Francos, ha sido degradado a secretaría y será supervisado por la nueva Jefatura de Gabinete. Además, se anunció la creación de un nuevo ministerio con el objetivo de modernizar el Estado.

El despido de Posse, a quien Milei consideraba un amigo personal, fue un duro golpe para el gobierno. Las diferencias entre Milei y Posse habían llegado a un punto crítico y fueron la causa oficial de su despido. Tanto Milei como su hermana, Karina Milei, secretaria general de la Presidencia, criticaban a Posse por su lentitud en la toma de decisiones y su falta de compromiso con las iniciativas del Presidente.

Francos, en su primer día en su nuevo cargo, demostró tener una actitud más proactiva y comunicativa que su predecesor. En una conferencia de prensa, declaró que Milei lo eligió debido a las dificultades que el Presidente enfrenta para entender y manejar la política argentina. Francos, que hasta ahora había actuado como mediador con la oposición dialoguista y con los gobernadores provinciales, ampliará esta función a la Jefatura de Gabinete.

Francos anunció que habrá más cambios de funciones y funcionarios en el gobierno. Explicó que se deben distribuir las tareas que se habían concentrado en la Jefatura de Gabinete. Sin embargo, Francos mantendrá la Secretaría del Interior, antes ministerio autónomo, bajo su control. Este cambio podría ser una prueba clave para el futuro del proyecto de desregulación de la economía que impulsa Milei, ya que Francos será el principal operador del gobierno para que se convierta en ley.

Federico Sturzenegger, un economista bien conocido en la política argentina, fue anunciado como el nuevo ministro para impulsar la modernización del Estado y la desregulación económica. Sturzenegger ha ocupado varios cargos políticos importantes en el pasado y ha estado asesorando a Milei en los últimos meses.

Además de los cambios en la Jefatura de Gabinete y en el Ministerio del Interior, también se produjeron cambios en la Agencia Federal de Inteligencia (AFI). El jefe de la AFI, Silvestre Sívori, también fue despedido y Francos anunció que la AFI pasará a depender directamente del Presidente. Esta decisión ha alimentado rumores de espionaje dentro del propio gobierno.

Las medidas anunciadas por Francos parecen apuntar a una reorganización más amplia del gobierno, incluyendo la división de la AFI para que pueda cumplir con funciones de inteligencia interior y exterior. Todo esto forma parte de los esfuerzos del gobierno de Milei para reorganizar su administración y hacer frente a los desafíos políticos y económicos que enfrenta.

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