La UE planea incentivar el voto juvenil a partir de los 16 años y realizar campañas en conciertos para las Elecciones Europeas 2024

EL PAÍS

Romain, un estudiante de informática de 19 años en Bruselas, se prepara para emitir su voto por primera vez el 9 de junio. Sin embargo, su hermano menor, de 16 años, también tiene la oportunidad de votar, pero solo en las elecciones europeas. Este año, países como Bélgica, Alemania, Malta y Austria están permitiendo a los jóvenes de 16 años votar en las elecciones para renovar el Parlamento Europeo, mientras que en Grecia, la edad mínima es de 17 años.

La reducción de la edad mínima para votar es una estrategia que también está considerando España para aumentar la participación electoral de los jóvenes y fortalecer su presencia en la democracia. Sin embargo, algunas encuestas y elecciones recientes en Europa sugieren que una proporción significativa de los jóvenes puede estar inclinada a apoyar a la extrema derecha euroescéptica, lo cual va en contra de los objetivos de Bruselas.

Bélgica es uno de los países donde un gran número de jóvenes votará por primera vez el 9 de junio. La coincidencia de las elecciones europeas con las elecciones para renovar los gobiernos federal y regionales es un incentivo adicional. Para los mayores de edad, votar es obligatorio, aunque muchos jóvenes no lo ven como una obligación, sino como una oportunidad para participar en la vida política.

En 2019, los jóvenes, que ahora representan el 16,3% de la población de la UE, sorprendieron al acudir en gran número a votar en las elecciones europeas. Según las encuestas, estaban motivados principalmente por la economía, la preocupación por el medio ambiente y el Brexit. El último Eurobarómetro, publicado el 13 de mayo, indica que esta tendencia probablemente se repetirá, con un 64% de los encuestados de hasta 30 años expresando su intención de votar en las elecciones europeas.

Roberta Metsola, la presidenta saliente del Parlamento Europeo, enfatiza la importancia de la participación de los jóvenes en el futuro de Europa. Según ella, la guerra en Ucrania ha demostrado que no se puede dar por sentada la democracia, la estabilidad y la prosperidad europeas.

La Unión Europea está haciendo grandes esfuerzos para evitar el desapego de los jóvenes con los procesos democráticos tradicionales, y la promoción del voto a partir de los 16 años es una de las estrategias que están utilizando. En España, la ministra de Juventud, Sira Rego, también está preparando el terreno para reducir la edad mínima para votar, ya que cree que la participación de los jóvenes en los procesos electorales es una garantía de refuerzo de la democracia.

María Rodríguez, presidenta del European Youth Forum (EYF), una organización que agrupa a más de un centenar de asociaciones y agrupaciones juveniles de toda Europa, está trabajando arduamente para promover el voto entre los más jóvenes. Según ella, si los jóvenes de 16 años pueden trabajar y pagar impuestos, también deberían tener la capacidad de elegir a quienes deciden cómo se utilizarán esos impuestos.

El EYF ha cooperado activamente en los esfuerzos de Bruselas para promover el voto joven y ha formado a 1.300 jóvenes en técnicas para promover las elecciones. También ha cerrado un acuerdo con Sony Music para que artistas como la española Rozalén promuevan el voto en sus conciertos y redes sociales.

A pesar de estos esfuerzos, existe la duda de si los jóvenes serán realmente un muro de contención contra la extrema derecha. Según el último Eurobarómetro, los temas que más interesan a los jóvenes son los derechos humanos, el cambio climático y el medio ambiente, la salud y el bienestar, y la igualdad de derechos. Sin embargo, en recientes elecciones en Países Bajos y Portugal, la extrema derecha logró captar una parte significativa del voto joven.

Finalmente, es importante destacar que, aunque la edad media de los eurodiputados se redujo de 53 a 49,5 años en el último mandato, los legisladores jóvenes todavía son muy pocos. Solo había seis eurodiputados menores de 30 años en la Eurocámara en 2022. Esta infrarrepresentación de los jóvenes en el legislativo europeo subraya la necesidad de involucrar a los jóvenes en las políticas y hacerlos protagonistas de las mismas.

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