Inmerso en los rumores de su futuro profesional, con supuestas propuestas de Williams, Alpine y Sauber, el piloto español Carlos Sainz demostró una vez más sus habilidades al volante durante el pasado fin de semana en Mónaco. A pesar de un inicio incierto, Sainz logró hacerse un lugar en la celebración de la pole número 250 de Ferrari, aunque no pudo igualar la velocidad impresionante de su compañero de equipo, Charles Leclerc.
Este logro de Sainz es especialmente relevante teniendo en cuenta que su arranque en el Gran Premio de Mónaco fue más dubitativo que en otras ocasiones. A diferencia de las últimas ediciones de la prueba monegasca, en las que Sainz desplegó una gran confianza desde el inicio, en esta ocasión no parecía encontrarse tan cómodo con su monoplaza. Esta falta de feeling inicial, sin duda, le pasó factura al enfrentarse a la clasificación.
A pesar de estos contratiempos, Sainz mostró su capacidad para adaptarse a las circunstancias y superar los obstáculos. Lejos de desanimarse, el piloto madrileño optó por una estrategia diferente en su preparación de neumáticos, realizando una vuelta en cada uno de sus intentos importantes en Q2 y Q3. Aunque no conseguía sacar los tiempos a la primera como Leclerc, esta táctica le permitió mantenerse en la competición.
El momento más emocionante llegó en la última vuelta de Q3, cuando Sainz tuvo que acercarse a los muros, pasando realmente cerca de alguno de ellos en la zona de la piscina. A pesar de sacar una vuelta espectacular, no fue posible para Carlos limar esas últimas décimas para superar a Leclerc y a Piastri. Posteriormente, se investigó una posible obstrucción a Alex Albon en ese mismo punto del circuito, aunque finalmente Sainz esquivó la penalización.
En sus declaraciones posteriores, el piloto español mostró su determinación y optimismo de cara al futuro. «Ha sido una mejora, porque me ha faltado confianza con el coche, he tenido que dar este paso adelante», afirmó. Aunque admitió no estar totalmente contento por no haber podido pelear por la pole, también reconoció la buena actuación de su compañero de equipo, Charles Leclerc. «Charles ha estado genial durante el fin de semana y estoy contento por él», añadió Sainz.
Además, Carlos Sainz también destacó la importancia del trabajo en equipo y el esfuerzo conjunto de Ferrari para conseguir la victoria de Leclerc, en un momento en el que el equipo rival, Red Bull, parece estar pasando por un pequeño bache de rendimiento. En este sentido, Sainz reiteró su compromiso con el equipo y su intención de ayudar a Leclerc en las próximas carreras.
«Vengo de un viernes difícil, con falta de confianza en el peor Mónaco que recuerdo en mi carrera deportiva, pero al final hemos logrado poner tres buenas vueltas juntas sin estar cómodo y con ellas poder salir en una mejor posición en la que estaba el viernes, así que desde ahí trataré de ayudar a Charles, ya que tengo un buen ritmo de carrera, que ha estado un paso por delante todo el fin de semana», concluyó el piloto español.
El gran premio de Mónaco de este año ha demostrado que, independientemente de los rumores y las especulaciones acerca de su futuro profesional, Carlos Sainz sigue siendo un piloto capaz de enfrentarse a cualquier desafío y de superarse a sí mismo en la pista. A pesar de las dificultades, Sainz logró un gran resultado y demostró una vez más su talento y su compromiso con el equipo Ferrari. Sin duda, seguirá siendo uno de los pilotos a seguir en las próximas carreras.