El Mustang GT3 de Ford Performance recientemente se ha aventurado en la clase LMGT3. Como coche nuevo en la categoría, la organización del campeonato no posee suficiente información para aplicar un Balance of Performance (BoP), tal como lo estipula Stéphane Ratel para la mayoría de las competiciones de este tipo. Este hecho ha causado algunas dificultades para el fabricante, principalmente debido al sensor de par instalado en el eje de transmisión.
Ford Performance ha señalado que este sensor de par está obstaculizando sus esfuerzos. La ECU (Unidad de Control Electrónico) limita cualquier pico de potencia máxima permitida, sin distinguir si el coche se encuentra en plena recta o en medio de una curva. Esta incapacidad de diferenciación resulta en un obstáculo para el progreso del Mustang GT3.
Según Ryan Hardwick, piloto de Proton Competition, tanto los ingenieros del equipo como el personal de Ford Performance tienen escasa experiencia con los sensores de par. Esta falta de familiaridad está obstaculizando el avance de los pilotos en las pistas. Esta situación contrasta con el desempeño del Mustang GT3 en series como el Campeonato IMSA Weathertech Sportscar y el GT World Challenge Europa.
En estas competencias, el sensor de par no se utiliza, lo que permite que el coche pueda desarrollarse con mayor libertad. En el Gran Premio de Long Beach, por ejemplo, el Mustang de Proton logró llegar en quinto lugar en la clase GTD.
Hardwick añadió que a pesar de que el motor Ford genera mucha potencia, esta no se transmite a la pista de forma adecuada debido al sensor de par. Este sensor, el mismo utilizado en la Fórmula E, y su software asociado están perjudicando el rendimiento del coche. En cada recta el ECU quita potencia, mientras que a sus rivales se les permite, una situación que resulta frustrante.
El sistema es proporcionado por MagCanica, una empresa particular, y su gestión corre por cuenta de la FIA (Federación Internacional del Automóvil). Desde Ford, no pueden hacer nada sino esperar que la aplicación del Balance de Performance también brinde a la FIA la información necesaria para comprender cómo se comporta el Mustang GT3 en la pista.
Esta información será vital para la FIA, ya que permitirá extraer conclusiones para evaluar un nuevo equilibrio entre los coches en la categoría LMGT3.
Giorgio Roda, piloto de Proton Competition, expresó su perspectiva sobre la situación. Según él, el principal problema es la falta de experiencia con el sensor de par. Roda mencionó: «Es completamente nuevo para Ford. Y cada carrera es algo nuevo para nosotros. Desde el punto de vista mecánico y de configuración estamos llegando allí, cada carrera nos acercamos más. Pero el problema principal es el sensor de torsión».
La situación con el Mustang GT3 y su sensor de par es un desafío que Ford Performance debe enfrentar y superar para poder competir de manera efectiva en la clase LMGT3. Sin duda, será interesante ver cómo el fabricante y su equipo de ingenieros abordan este problema en las próximas carreras.
Vía Autosport